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Año 7, No. 70 Guatemala, agosto/2004 |
luces y sombras de las migraciones |
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Fotografía
cortesía del Centro
de Atención al Migrante (Guatemala) |
editorial |
Del dogma a la censura |
entrada |
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Ires y venires (Paula Irene del Cid Vargas) ·
Feministas ·
Sumario noticioso ·
¡Gracias! |
la médula |
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Pensando en el retorno y la vida (Patricia Samayoa
Méndez) ·
Visionarias frente a los tratados de libre comercio
(Ledy Orantes) ·
Riesgos y tristezas que se corren (Andrea Carrillo
Samayoa) ·
Guatemaltecas en Estados Unidos (Michelle Garzaro) ·
Asociaciones que atienden a migrantes ·
Tráfico |
vida |
·
Vivir como el caracol (Lily Muñoz) ·
"Alien resident" (Vicky Lemus) |
la paseante |
·
Arte y migraciones (Claudia Navas Dangel) ·
«La palabra y el sentir de las Mujeres Mayas de
Kaqla»: La repatriación del yo (Adelma Bercián) ·
Poemas de Ana Ardón ·
¿Por qué atravesar fronteras? (Andrea Aragón) |
esta boca es mía |
·
La siguiente (Paola Hurtado) ·
Visibilicemos el trabajo en casa particular
(Maritza Velásquez/CENTRACAP) ·
Más difícil para la cultura maya (María Ixcoy
Vicente -Mariíta-) ·
Migrar de género para encontrar a un hombre (Felipe
Antonio Girón Palacios) |
aquí y ahora |
·
Las medicinas no pueden ser un lujo (Marielos
Monzón) ·
El Cairo 10 años después ·
X Festival de la Hermandad y la Paz - Día del
Migrante ·
Marcha de repudio a la violencia contra las mujeres ·
Género y Fondo de Tierras ·
IV Encuentro Nacional de la Red de Mujeres
Periodistas ·
Niñez, juventud y comunicación ·
Recomendaciones sobre migrantes |
reportajes |
·
La migración internacional de sur a norte
(Margarita Hurtado) ·
Nos gobierna el terror (Amy North, Marta Gutiérrez,
Isabel Solís, Ana López) |
movida departamental |
·
Zacapa - Maternidad y
paternidad responsables (Lucrecia Arriaza) - Frente
Departamental ·
Quetzaltenango - 15 años de
historia (Karla Mora) - Trabajadoras
exigen justicia ·
Totonicapán - Formación en
liderazgo y derechos temas (Gladis Rodas) ·
Sololá - Comunicación y
tecnología (América Raquel Chiyal) ·
Huehuetenango - Encuentro de
intercambio |
Editorial—
El
cardenal Ratzinger es conocido como guardián del dogma de la iglesia católica: se
ha encargado de establecer las líneas que las y los fieles deben seguir para
permanecer dentro del rebaño. A estas alturas de los tiempos, él representa al
sector más rígido y conservador de la institución, el equivalente de un juez
del Santo Oficio, o sea la Inquisición.
Este
señor ha enviado una Carta a los Obispos sobre las relaciones entre mujeres y
hombres, documento que conviene revisar pues dicta los roles y espacios
sociales que cada sexo debe ocupar en la iglesia y el mundo. Como se sabe, a
las mujeres católicas se les niega el derecho a ejercer el sacerdocio y su
papel sigue siendo considerado subalterno, menor. En cuanto a su lugar en el
mundo, se les exige continuar ejerciendo la maternidad como sostén fundamental
de la familia.
El
documento es prolijo en comentarios sobre el feminismo, y por ello hacemos
algunas aclaraciones.
Según
el Vaticano, el feminismo está contribuyendo a la lucha entre los sexos y al
cuestionamiento de la familia, promoviendo un “modelo nuevo de sexualidad
polimorfa”. Si nos detenemos en estos puntos, veremos cómo los sumos sacerdotes
manipulan y desinforman a su grey, presentando a los movimientos sociales como
causantes de los males que les aquejan.
La
iglesia pretende echarle el muerto al feminismo de los errores y fallas de un
sistema patriarcal que lleva, en su propia esencia, la destrucción y la
violencia. Dice que la familia está en proceso de extinción por culpa de las
mujeres que se liberan del yugo doméstico y salen al mundo para hacer su vida.
Basándose en una particular interpretación de la Biblia, sostiene que “la mujer
en su ser más profundo y originario, existe por razón del hombre”. Defiende a
capa y espada el matrimonio tradicional. Desde su perspectiva, las mujeres
tenemos cualidades inherentes que nos hacen más receptivas, atentas, fieles,
cuidadoras y, por tanto, idóneas para mantener y reproducir un régimen que
después de siglos de existencia parece derrumbarse por su propio peso.
En
un alarde de malabarismo, el documento dice textualmente: “...las mujeres que
libremente lo deseen podrán dedicar la totalidad de su tiempo al trabajo
doméstico, sin ser estigmatizadas socialmente y penalizadas económicamente”.
Suena bien, pero en realidad es una afirmación irresponsable, porque la mayoría
de mujeres en el mundo no puede siquiera decidir cuántos hijos tener, mucho
menos soñar con recibir una retribución justa por su labor.
El
feminismo es y ha sido un movimiento muy amplio, con expresiones variadas a lo
largo de los siglos. Desde posiciones diversas ha venido cuestionando al
patriarcado por lo que es: un sistema excluyente y dominador que hace de las
relaciones entre mujeres y hombres un espacio de confrontación e injusticia,
poniéndolos a ellos como centro del universo y a nosotras como sus sombras.
Gracias
al feminismo, las mujeres hemos podido identificar las causas de nuestra
opresión y luchar por erradicarlas. Que la iglesia católica afirme ahora que
somos las culpables del deterioro social, nos parece un acto cobarde e
hipócrita. Además puede tener consecuencias nefastas para nosotras, pues
argumentos como los que esgrime esta carta suscitan reacciones violentas en
quienes se sienten amenazados ante formas de ser y estar que no coinciden con
las suyas.
Respetamos
las creencias y prácticas religiosas del prójimo. Lo que no aceptamos es que se
nos quiera imponer un dogma como si fuera un mandato universal incuestionable.
[El texto completo de la «Carta a los Obispos de la Iglesia Católica
sobre la colaboración del hombre y la mujer en la Iglesia y el mundo» se
encuentra en www.zenit.org/spanish/visualizza.phtml?sid=57635]
[índice]
Las migraciones aumentan
el riesgo de ser mujer
Paula Irene
del Cid Vargas, laCuerda
La
migración -ya sea por desastres naturales, situación económica o conflictos
armados- implica movilidad, transición y desarraigo, condiciones que colocan a
las personas en general en una situación de vulnerabilidad (adicional al hecho
de ser mujer) económica, social y cultural.
La
investigadora mexicana Ivonne Szasz refiere que las jóvenes que migran del
campo a la ciudad para trabajar como empleadas domésticas se ven sometidas a
construcciones culturales diferentes, y a veces contradictorias, acerca de los
significados de la sexualidad. Agrega que la lejanía de los lazos familiares y
comunitarios, así como los controles sociales asociados a éstos, y el acceso al
trabajo asalariado transforman las circunstancias del cortejo y del juego
amoroso, trasladando del grupo a los individuos “el peso de la toma de
decisiones, las responsabilidades y las culpas”.
Aunque
ellas perciben un ingreso propio, que generalmente es menor al mínimo
establecido por la ley, se encuentran aisladas del sistema de protección
familiar para preservar su capacidad sexual y procreativa como recurso valioso
para el intercambio matrimonial.
El
servicio doméstico, al tener un doble carácter de trabajo y residencia,
debilita la posición de las mujeres para la unión conyugal y el matrimonio,
espacios que proporcionan prestigio y protección social, porque una misma
práctica sexual puede tener diferente significado y porque se encuentran
aisladas de la protección familiar. Al mismo tiempo, cuando trabajan a puerta
cerrada están expuestas a riesgos psicológicos y sociales al verse privadas de
afecto, contactos familiares y amistades.
La
migración también es parte de la inserción laboral de una gran proporción de
niñas que realizan trabajo agrícola estacional junto a sus familias en los
latifundios de la bocacosta. Aunque viajen con sus padres se ven expuestas,
bajo amenazas de despido, a malos tratos y acoso sexual de empleadores,
trabajadores, caporales y administradores.
Vidas en riesgo
Desde su
conformación, el Estado guatemalteco ha orientado sus políticas de población de
tal forma que agudiza la pobreza. Ante ello, gran parte de la población se ha
visto expulsada y Estados Unidos es percibido como el lugar donde se tendrán
las opciones a una vida digna. Paradójicamente, son los recursos de estas
personas -que en un momento crucial fueron orilladas a dejar su lugar de
origen- los que, convertidos en divisas, representan hoy una de las mayores
fuentes de ingresos en el país.
En
estos tiempos de globalización, en que los límites para el comercio se
desvanecen con los tratados de libre comercio, las fronteras geográficas se
consolidan cada vez más para las personas. Así, ese sueño de quienes buscan una
vida mejor en el norte puede acabar en muerte, tráfico y explotación sexual.
Recuento de daños
El Comité
de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer
(CLADEM) ha documentado los desplazamientos forzosos en el marco del conflicto,
el cual feminiza el refugio, dejando a las mujeres expuestas, entre otras, a
las siguientes situaciones:
Además,
las mujeres suelen estar afectadas por problemas de documentación, no son
reconocidas en la interlocución con diversos agentes y tienden a ser excluidas
para ejercer cargos de representación y participar en la toma de decisiones.
En
la secuencia de violencia, desplazamiento, reubicación y reconstrucción, las
mujeres parecen ser más vulnerables en el momento de desarraigo, expuestas
intempestivamente a viudez, amenazas, clandestinidad, huida y quiebre de
relaciones primarias organizadas en torno a lo doméstico; en fin, el abandono
del entorno físico y social. Los hombres están mejor equipados para afrontar
esta etapa de pérdidas y dificultades iniciales.
Luego
parecerían invertirse las posibilidades para ambos sexos. La búsqueda de la
subsistencia y la inserción en el mercado laboral urbano tienden a inclinarse a
favor de la mujer en virtud de sus destrezas y saberes domésticos, mientras que
para los hombres el sector agropecuario ofrece muy poca continuidad con las
actividades factibles en la ciudad.
En
todas las situaciones se documenta la interrupción del proceso educativo,
comprometiendo el acceso a oportunidades de trabajo y desarrollo.
En
el mundo de hoy, el sistema nos coloca a las mujeres, por el hecho de serlo, en
circunstancias que limitan las posibilidades para ejercer nuestros derechos
humanos, especialmente los sexuales y reproductivos. Cuando nos encontramos en
situaciones como la migración, la condición de vulnerabilidad aumenta.
Bajo control masculino
La
movilización internacional también genera otro tipo de situaciones; por
ejemplo, la migración de los hombres al norte ha provocado el fenómeno
denominado “viudez blanca”: las mujeres se quedan en el lugar de origen pero
bajo la tutela del padre, suegro u otro varón de confianza, quien controlará no
sólo las remesas que llegan del extranjero sino además la sexualidad de estas
mujeres.
Posibilidades de organización
Existen
algunos aspectos que podrían verse como positivos en los procesos migratorios.
Por un lado, la vulnerabilidad que significa estar en situación de desarraigo
conduce a la necesidad de organizarse; por ejemplo, la organización de
guatemaltecos en Estados Unidos hace que puedan sentarse a negociar con los
actuales gobernantes. Asimismo, las mujeres que se vieron obligadas a exilarse
desarrollaron organizaciones en el refugio, las cuales subsisten después del
retorno.
Por
otra parte, la migración hacia el norte pone en contacto a los y las
guatemaltecas con una cultura un poco más democrática y normativas sexuales
menos restrictivas, que podrían contribuir a modificar nuestra cultura
autoritaria y mojigata.
En
cualquier caso, la reflexión sobre la condición y situación de migrante está
pendiente de ser incluida en la agenda de la opinión pública guatemalteca, a lo
que esperamos contribuir con este número.
[índice]
Feministas
Somos personas convencidas de que mujeres y hombres
tenemos el derecho a participar equitativamente en la sociedad, sin distingos
de raza, origen étnico, posición económica, identidad sexual o credo religioso.
Las feministas sabemos que las mujeres, las jóvenes
y las niñas aún no gozamos de igualdad en la sociedad. Abogamos y trabajamos
activa y pacíficamente para que se tomen medidas orientadas a corregir esa
situación.
Creemos que el mundo debe ser un lugar cómodo,
amable y seguro para mujeres, hombres, niñas y niños, libre de estereotipos,
mitos y coerciones que restrinjan las funciones que cada cual decida asumir en
forma autónoma.
[índice]
laCuerda
Petrona Tomás queda libre
También
conocida como “Eulalia Miguel”, es originaria de San Miguel Acatán,
Huehuetenango. Fue casada a los 11 años, a los 13 enviudó y emigró a Estados
Unidos. Llegó a West Palm Beach, Florida, hablando únicamente su idioma natal,
akateko. Su historia trascendió el 9 de octubre del 2002, cuando en un baño dio
a luz a una niña, a quien la policía de la localidad encontró dentro de la
basura, envuelta en una bolsa de supermercado. La joven fue interrogada por las
autoridades del lugar en español, idioma entonces desconocido para ella, y acusada
de homicidio en primer grado. Tras dos años en prisión, Petrona fue dejada en
libertad por el juez Hubert Lindsey luego de señalarla de negligencia juvenil.
Ahora ella habla español e inglés y se quedará en el norte, viviendo con una
familia estadounidense.
Escaso desarrollo humano
Según el
último Informe de Desarrollo Humano del Programa de Naciones Unidas para el
Desarrollo, de los 177 países estudiados Guatemala ocupa el lugar 121 del
Índice de Desarrollo Humano (IDH). Según este indicador -que mide los avances
de cada nación en función de esperanza de vida, educación e ingresos reales
ajustados-, Nicaragua y Honduras muestran una mejor situación que Guatemala.
Reflejo de ello es que la única manera de sobrevivencia para más de 100
guatemaltecas es llegar cada día al mercado de La Terminal a recoger frutas y
verduras que los comerciantes desechan.
Diversos allanamientos
En la
capital del país, varias organizaciones de la sociedad civil fueron allanadas y
amenazadas. El Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH) denunció el
ingreso, en horas de la madrugada, de desconocidos que hurgaron papeles de los
escritorios, robaron una computadora y un teléfono móvil. Asimismo, la vivienda
de la directora de la institución fue irrumpida en dos ocasiones.
Representantes del Sector de Mujeres reportaron un atraco a sus oficinas y la
Asociación de Lesbianas Liberadas (Lesbiradas) informó haber recibido amenazas
telefónicas. En Quiché, líderes de la Coordinadora de Organizaciones de Mujeres
indicaron ser víctimas de intimidaciones por denunciar los casos de violación y
agresiones contra guatemaltecas en ese departamento.
Violación: 24 años de castigo
Tereso
Aguilar Miss, de 58 años, fue condenado a prisión por los delitos de violación
agravada y abusos deshonestos contra dos niñas. Aunque acusado de abusar
sexualmente de cinco infantes, se le encontró responsable sólo de dos casos. El
Ministerio Público, por su parte, lo investigaba por violación a 12 pequeñas de
entre seis y 10 años, pero no logró probar todos los crímenes.
Triunfos deportivos
La
nadadora Melany Slowing consiguió su clasificación para los Juegos Olímpicos
que se realizarán en Atenas; con ella suman siete las guatemaltecas que
representarán a su país. Milby Cruz y María José Mancilla obtuvieron plata y
bronce en el Campeonato Centroamericano de Boxeo realizado en Costa Rica. En el
II Campeonato Panamericano de Cadetes, la luchadora Jennifer González consiguió
medalla de plata. Ximena Soto Andrino ganó bronce en el Torneo Panamericano de
Boliche Sub-20.
Reporte de violencia
En julio,
según información de cuatro medios escritos, fueron asesinadas 35 mujeres, 22
de ellas con arma de fuego y dos con objetos punzocortantes; otras dos
aparecieron degolladas y una mutilada. En ocho de los casos no se estableció la
causa de muerte. Diez sufrieron abuso sexual, 12 fueron heridas de bala, cinco
desaparecieron y otra fue secuestrada y liberada. En accidentes de tránsito
perecieron seis y 16 resultaron con lesiones. Dos murieron ahogadas.
[índice]
¡Gracias!
En laCuerda recibimos numerosos comentarios
por la cobertura del tema del erotismo en nuestra edición No. 69. Agradecemos
los muchos mensajes positivos, entusiastas, de apoyo: nos confirman que
Guatemala está hoy más abierta a un abordaje amplio y franco de lo relacionado
con la sexualidad. Gracias también por las dos expresiones de desacuerdo que
nos hicieron llegar: éstas nos dejan claro cuánto falta aún para que en nuestra
sociedad cobren plena vigencia los derechos humanos, sin distingos de ningún
tipo.
[índice]
Pensando en el retorno y la vida
Patricia
Samayoa Méndez, planificadora y trabajadora social
Cuando la
Andre, mi hija, me pidió que escribiera un artículo para laCuerda sobre el
retorno y las estrategias de sobrevivencia de mujeres a partir de mi propia
experiencia y mis percepciones acerca de otras, me pregunté: “¿Qué digo?”
Dispuse que si lograba escribirlo debía ser sobre mi propia conversación.
Me
vine a El Encinal, salí a tomar el sol acompañada de la Baby y el Pancho, me
tiré entre la tierra y las hojas del barranco a disfrutar de la luz, los
árboles y el cielo, a pensar entonces en el retorno y la vida de muchas
guatemaltecas, valiosas todas.
Pienso
que los términos “retorno” y “estrategias de sobrevivencia” son conceptos que
limitan y delimitan la reflexión a lo sociopolítico. También vale la pena
indagar sobre la subjetividad que hemos implicado en la cotidianidad de ambos
procesos: emociones, sentimientos, contradicciones, dolores y alegrías,
triunfos y desgracias, desafíos y decisiones, metidas de pata y aciertos en
este recorrido de ir y volver, de reencontrarnos en el escenario chapín.
Algunas
salimos jóvenes de Guatemala, yo con mi Andrea recién nacida, con ilusiones y
miedos, en un momento de mucho dolor, violencia indiscriminada, animal y
desgarradora sobre amistades, familiares, compañeros, seres queridos
invaluables con ideas de cambio para una Guatemala mejor.
Ahora,
mayores y en una Guatemala más vieja, reprimida y castigada por la traición, la
violencia, la mentira, el soborno y la cobardía, nos encontramos con otras o
quizás las mismas preocupaciones, temores y contradicciones. Todo por no
decidirnos a cambiar de una vez los valores, costumbres, actitudes y
comportamientos heredados de la cultura militar, la prepotencia económica del
sistema y las clases poderosas con mente estrecha del país, la invasión
religiosa, la educación formalista y obsoleta.
El
regreso a Guatemala significó para algunas la pérdida de cierta estabilidad.
Volver a mi país y confrontar el drama social reflejado en el rostro de muchas
personas que caminan por las calles fue tan fuerte que caí en depresión y
necesité ayuda psicológica durante dos años. Tampoco las instituciones laborales
aprecian la experiencia de otra realidad que podemos aportar.
Desde
la condición de migrante y en ese estado de vulnerabilidad, no es fácil buscar
un espacio en el sentido pleno de la palabra, tener tiempo para interiorizar sanamente
nuestra descomposición social y “estabilizarnos” en ella.
Cuesta
encontrar trabajo, alquilar casa, conseguir una buena escuela y seguridad para
los hijos, fortalecer nuestra propia identidad sin perder la semilla de la
pasión por la vida, la esperanza, el cambio, la libertad, la belleza, el
respeto, la naturaleza, y empezar a tejer así de debilitadas nuestras propias
redes de apoyo y solidaridad ante tal adversidad. Lograrlo requiere mucho valor
y coraje.
Por
ello digo “mujeres valiosas”. Ahora me doy cuenta que ser y estar en Guatemala
nos ha costado a muchas un esfuerzo emocional y físico inmenso. Hemos salido
adelante y desde los derechos humanos, la academia, la política, el trabajo, la
cultura, el ambiente, las ONG, el tai chi, el movimiento feminista, estamos
acompañando a la nueva generación que nos motiva e impulsa, con sus fuerzas y
creatividad, a no perder la utopía ni el sueño de una realidad diferente,
sencilla pero que brinde alegría, satisfacción y autoafirmación.
La
naturaleza de este país ha sido bondadosa con todos nosotros. Por ello vale la
pena dejar a un lado la apatía y canalizar nuestras buenas experiencias por un
cauce en el que logremos realizar nuestros ideales que siguen latentes.
[índice]
Visionarias frente a los tratados de libre
comercio
Ledy
Orantes, laCuerda
Un grupo
de guatemaltecas, preocupadas por los efectos que tendrá el Tratado de Libre
Comercio (TLC) de Estados Unidos con la región centroamericana, llevó a cabo un
encuentro nacional. Pese a existir una Comisión de la Mujer en la Mesa Global
de Guatemala, no se les había dado mucha importancia a las repercusiones que
enfrentará la población femenina del área rural una vez se aplique ese
convenio.
Se
autodenominan “Mujeres visionarias construyendo resistencia desde la diversidad
frente al neoliberalismo y los tratados de libre comercio”. Durante el
encuentro, más de 200 participantes evaluaron el contenido de dichos convenios
y cuáles sectores serán beneficiados y afectados. Llegaron a la conclusión que
ellas siguen siendo vistas como ciudadanas de segunda categoría, pues no se les
tomó en cuenta antes de firmarlos.
Las
conclusiones de esta actividad fueron trasladadas al Primer Encuentro
Mesoamericano de Mujeres “en Resistencia por una Vida Digna”, que se llevó a
cabo del 16 al 18 de julio en San Salvador. Juntas construyeron una agenda
común destacando las siguientes exigencias:
1. No
ratificar en los parlamentos de cada país los tratados con Estados Unidos y
Europa, por tener un impacto negativo al fomentar el sexismo, racismo,
exclusión y terrorismo contra las mujeres, además de que recargan su trabajo
reproductivo.
2. No
privatizar los recursos naturales ni los servicios básicos pues ello aumenta la
feminización de la pobreza.
3. Adoptar
medidas que garanticen el acceso universal de las mujeres a los servicios
básicos, la tierra y un medio ambiente saludable para tener una vida digna.
Elena
Coché, integrante de la Agrupación “Ik” Luna de Santiago Atitlán, Sololá, se
manifestó preocupada porque la gente de su comunidad carece de información
acerca de cómo les afectará dicho tratado. Mencionó como ejemplo: “Sabemos que
dieron una concesión minera, pero no a cuál empresa, sólo que es
estadounidense; es probable que tengamos menos agua y dañen nuestros recursos
naturales”.
Señaló
que desconocen el renglón de propiedad intelectual e ignoran si tendrán que
patentizar sus artesanías, cómo y dónde hacerlo.
En
Petén están organizadas alrededor de su rechazo al libre mercado con Estados
Unidos. Candelaria Antonia Martínez declaró que en ese departamento cuentan con
la Alianza por la Vida y por la Paz, que lucha por la conservación del agua.
Las
mujeres de la Cooperativa Nuevo Horizonte trabajan en las comunidades más
lejanas fronterizas con México. Reproducen información referida a cómo les
afectarán los TLC: mayor pobreza especialmente a las mujeres y más
desintegración familiar; las compañías traerán gente capacitada de otros países
y la población petenera tendrá menos trabajo, lo cual provocará migraciones a
otros países.
La
construcción de represas en el Río Usumacinta tendrá como consecuencia falta de
agua y salud; además afectará el medio ambiente, aseguró Candelaria Antonia
Martínez, quien agregó que también se planea construir una carretera que atraviese
el parque arqueológico de Tikal, lo que podría dañar dicho ecosistema.
[índice]
Riesgos y tristezas que se corren
Andrea
Carrillo Samayoa, laCuerda
Las personas
que disponen moverse de un área a otra por lo general comparan las condiciones
de vida locales con las que creen posibles en un lugar distinto. En este caso,
quienes deciden emprender viaje lo hacen con miras a cortos, medianos o largos
plazos.
Un
estudio del 2002 de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL) indica que la migración externa cobró mayor relevancia luego del
terremoto de 1976. Sumado a esto, la política de tierra arrasada de los
gobiernos militares agregó nuevas características al fenómeno migratorio.
En
la década de los ochenta, por la represión estatal se incrementó el flujo hacia
Estados Unidos y México. Según el informe de la Comisión para el
Esclarecimiento Histórico, “la estimación de desplazados internos y externos
oscila entre 500 mil y un millón y medio de personas en el periodo 1981-1983”.
Las deportaciones
Las causas
de la migración en la actualidad son las pocas oportunidades de trabajo, mal
pago de salarios y las escasas posibilidades de acceder a una vida digna. Así
también, la situación de violencia en el hogar obliga a algunas mujeres a dejar
su lugar de origen.
Si
se tiene dinero la movilización se torna fácil, pero cuando faltan recursos
económicos, las personas migrantes, sin documentos para establecer una nueva
residencia, deben viajar de manera clandestina y se exponen a distintos
peligros.
El
primer paso es juntar los miles de quetzales que cobran los “coyotes” o
“polleros” por la guía y supuesta compañía durante todo el camino. Hay quienes
hacen préstamos bancarios o familiares para reunir la plata, otros ahorran
durante un largo período y algunos hasta venden sus propiedades para costearse
el viaje.
Datos
de la Oficina de Atención al Migrante de la frontera El Carmen en Malacatán,
San Marcos, señalan que de enero a junio de este año fueron deportadas 36,421
personas guatemaltecas con intenciones de llegar a Estados Unidos. De ese
total, 5,224 eran mujeres. En estos casos son ellas quienes más desventajas
tienen. Por la falta de papeles algunas corren el riesgo de ser prostituidas,
luego de ser engañadas y/o violadas por el “coyote”.
De
la población deportada, en los registros de la frontera de El Carmen, un 57 por
ciento fue objeto de agresiones físicas y psicológicas, así como de robo. El 43
por ciento restante sufrió intimidación, amenazas y estafas.
Cuando ellas se quedan
Generalmente
son los hombres quienes más emigran. El cuidado de la casa y familia es
asignado a las mujeres, lo que hace aún más complicado el traslado de ellas.
Datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) indican que
el porcentaje de la población con familiares en el extranjero es superado en un
53 por ciento por las guatemaltecas, mientras los hombres representan el 47 por
ciento.
Rosario
Bravo Hernández es originaria de Tacaná, San Marcos. Hace poco más de seis años
su esposo se fue a Estados Unidos. “Ya había intentado irse antes pero no pudo
pasar, así que regresó”, relata. “Dejó que se cumpliera el año en lo que pagaba
los intereses del dinero que pidió prestado para poder llegar. En ese tiempo ni
siquiera le alcanzaba para sostenernos a mí y a mis dos hijas. Después volvió a
intentarlo y hace tiempo que está allá”.
Con
el rostro triste y agrietado por el sol, comenta que fueron la necesidad y
falta de recursos lo que motivó a su pareja a emigrar. Las cosas no salieron
como las planificaron: ella tiene años de no saber de él y carga con toda la
responsabilidad de su hogar. Al respecto dice: “Dejó de mandar recursos porque
a saber qué vicio agarró allá. Y yo siempre sufriendo, trabajando y haciendo lo
posible para sostener los estudios de mis patojas”.
Para
poder sobrevivir, Rosario emigra eventualmente a México en busca de empleo en
las fincas cafetaleras. Durante el corte de café, sus hijas se quedan con la
abuela. El contratista que guía a las personas cobra alrededor de 200 pesos
mexicanos y la travesía es de unas 12 horas de caminata. Ella gana más o menos
800 pesos por un mes de trabajo intenso y cuando regresa la plata no le
alcanza.
Rosario
cuenta: “La necesidad es grande; por eso pago para poderme ir. Mi esposo prestó
al banco 10 mil quetzales porque eso le pedían para llevarlo. La gente paga
porque aquí no hay oportunidades”.
¡Qué fácil es quitar
una palabra! Convenio fronterizo firmado por los
países 2002:
Acuerdo Ordenado, Digno y Seguro 2004:
Acuerdo Ordenado y Seguro (¿Y dónde quedó la
dignidad?) |
Personas centroamericanas que transitan por
Guatemala |
||||
2003 |
|
Mujeres |
Hombres |
Total |
Entradas |
46,589 |
96,785 |
143,374 |
|
Salidas |
28,864 |
55,846 |
84,710 |
|
Enero-junio 2004 |
Deportaciones |
9,433 |
51,157 |
60,590 |
Fuentes:
·
Anuario 2003 del Sistema de Información y Control
Migratorio de Guatemala (SICOMAGUA)
·
Oficina de Atención al Migrante de Malacatán, San
Marcos
[índice]
Guatemaltecas en Estados Unidos
Michelle
Garzaro, periodista guatemalteca,
estudiante
de maestría en comunicaciones en la Universidad de Ohio
De acuerdo
con el Censo de Población 2000, en Estados Unidos residen de manera legal
aproximadamente 600 mil personas guatemaltecas, el 40 por ciento conformado por
mujeres. A diferencia de la situación de sus compatriotas, ellas enfrentan a
diario el reto no sólo de contribuir a la solvencia económica y moral de su
familia, sino también adaptarse a la cultura del país huésped.
Cada
una tiene una historia que contar, una experiencia que compartir. Durante los
más de dos años que he vivido en Estados Unidos he observado que las residentes
guatemaltecas son receptoras de marcados patrones de conducta que, buenos o
malos, las hacen desenvolverse de manera distinta en las esferas política,
cultural y familiar.
Por
lo general, su interés en los asuntos políticos está íntimamente ligado a su
situación económica. Suelen estar más compenetradas en mantener sus empleos y
atender a sus hijos que en la participación política.
Las
guatemaltecas residentes en Estados Unidos son conscientes que su voz y, no digamos,
su voto cuentan; pero en la práctica, la necesidad de cumplir con sus
compromisos económicos sobrepasa el derecho a la participación política. No
obstante, manifiestan mayor conocimiento de asuntos políticos que sus
compatriotas en Guatemala. Esto sucede, en gran medida, porque tienen mayor
flujo de información. Por ejemplo, algunas cuentan con dos empleos y otras
pertenecen a organizaciones pro derechos humanos de inmigrantes latinos.
Tradiciones culturales
En cuanto
a la preservación cultural, dependiendo de su edad, es mayor o menor su
interés. Las jóvenes son más susceptibles de ser absorbidas por otras culturas,
principalmente la mexicana. No olvidemos que la población inmigrante más grande
en Estados Unidos procede de México (32.5 millones en todo el país). Las
adultas tienden más a resguardar algunos rasgos culturales vinculados a la
comida y el idioma, ya sea de manera consciente o no.
En
la actualidad se han ampliado las posibilidades para adquirir productos
importados de Guatemala para elaborar comidas nacionales. Esta cultura de
valores culinarios se expresa en lo cotidiano, al igual que en reuniones
familiares y de trabajo. Es común realizar fiestas de “comidas sorpresa” en las
que cada invitado aporta un plato tradicional de su país. Así, el sabor de la
cocina guatemalteca es conocido entre latinoamericanos y estadounidenses.
Preservar
el idioma y sus modismos es más complicado. Generalmente, los esposos
guatemaltecos se empeñan por enseñar a sus hijos el español que hablan en casa.
Sin embargo, son ellos, y especialmente adolescentes, quienes se rehúsan a
comunicarse en español. El miedo a ser discriminados por su acento y sentirse
fuera de la cultura estadounidense les hace rechazar su lengua materna.
La
comunidad guatemalteca, y la latina en general, muestra dificultad para
relacionarse con la cultura estadounidense. Esto tiene mucho que ver con la
diferencia de costumbres y preferencias entre ambas. Después de la comida y el
idioma, la música es un factor que reúne a la cultura guatemalteca con otras
similares; por ejemplo, la salvadoreña, colombiana y puertorriqueña. Ninguna
reunión familiar o de amistades es totalmente exitosa si no se escucha salsa y
merengue o baladas que crean un lazo invisible entre ellos y sus países de
origen, donde quedaron muchos recuerdos.
Trabajo fuera y dentro de casa
Contrario
a lo que sucede en Guatemala, donde la contratación de personal para las tareas
domésticas es relativamente fácil y barata, en Estados Unidos pocos son los
hogares de inmigrantes que pueden pagar ese servicio. Por consiguiente, las
guatemaltecas trabajan fuera y dentro del hogar, mientras que sus esposos, en
muchos casos, no colaboran en los quehaceres domésticos. En ellas crece el
deseo de unirse a hombres estadounidenses, ya que es más frecuente que éstos
compartan la responsabilidad de las tareas de la casa y la educación de los
hijos.
Permanecer
fuera del hogar por largas horas es un factor que influye en la formación de
los hijos, quienes aprenden a ser independientes desde muy temprana edad.
Durante un seminario cultural al que asistí recientemente, un activista latino
indicó que los hijos de inmigrantes tienden a abandonar los estudios o
involucrarse en problemas de drogas y alcohol debido a la falta de pertenencia
de grupo. En ocasiones, niños y jóvenes no logran acoplarse a otra cultura y se
sienten rechazados; tampoco se perciben parte de una familia, ya que sus padres
están ausentes de casa la mayor parte del tiempo.
Sin
duda, las guatemaltecas residentes en Estados Unidos se enfrentan a grandes
disyuntivas entre sus aspiraciones de cambio y la preservación de tradiciones.
[índice]
Casa del
Migrante y Oficina de
Derechos Humanos de Tecún Umán |
0 Ave. 'C' del
Migrante 0-22, Col. Alguita de León, Tecún Umán Tel. 776-8416 /
Telefax: 776-8417 Correo-e: adebar@concyt.gob.gt |
Centro de
Atención al Migrante y Casa del
Migrante (CAM) |
7a. Ave. 4-30
Zona 1 / 30 Ave. 'A' 8-26 Zona 7, Tikal I Telefax:
230-2781, 474-3359 y 474-3367 Correo-e: cam@concyt.gob.gt |
Comisión de
Derechos Humanos de Guatemala (CDHG) |
2a. Ave. 4-66
Zona 1, Apto. C-4 Tel. 220-3576 y
253-4285 Correo-e: cdhg@intelnett.com |
Coordinación de
ONG y Cooperativas (CONGCOOP) |
2a. Calle 16-60
Zona 4, Mixco, Edificio Atanasio Azul, 2o. Nivel Residenciales
Valle del Sol Tel. 431-0261 y
432-0966 / Fax: 433-4779 Correo-e: congcoop@itelgua.com |
Defensoría de la
Población Desarraigada y Migrante de la Procuraduría de los Derechos Humanos
(PDH) |
12 Ave. 12-72
Zona 1 Tel. 253-5668 Correo-e: migrantepdh@org.gt / jramirez@pdh.org.gt |
Dirección
General de Investigación (DIGI) - USAC |
Edificio S-11,
3er. Nivel, Ciudad Universitaria, Zona 12 Tel. 332-0136 al
38, 476-7213 y 476-9853 / Fax: 476-9866 Correo-e: Mmigrantes@yahoo.es |
Médicos Sin
Fronteras - España |
5a. Calle 0-75
Zona 3 Tel. 220-6121 y
220-6013 Correo-e: msfe-guatemala@barcelona.msf.org |
Mesa Nacional
para las Migraciones en Guatemala (MENAMIG) |
9a. Ave. 0-19
Zona 2, Edificio Isabel La Católica, Oficina No. 202 Telefax:
288-6856 Correo-e: menamig@intelnet.net.gt |
Movimiento Tzuk
Kim Pop |
19 Ave. 1-06
Zona 1, Quetzaltenango Telefax:
761-4742 Correo-e: coordinacionmtp@intelnet.net.gt |
Pastoral de
Movilidad Humana de la Conferencia Episcopal
de Guatemala |
Km. 15 Carretera
Roosevelt 4-54 Zona 7, Mixco Telefax:
432-5654 y 433-1833 Correo-e: movhuceg@quetzal.net |
Programa de Atención
a Trabajadores Agrícolas del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social
(IGSS) |
Oficinas
Centrales, 6o. Nivel, Zona 1 Tel. 253-3377 Correo-e: esamayoa@igss.gt.org |
Programa de
Población Migrante del Ministerio
de Salud Pública |
11 Ave. 'A'
12-19 Zona 7, La Verbena Tel. 471-6046 /
Fax: 472-0128 Correo-e: enriquei@gut.ops-oms.org |
Programa
Migrantes de la Organización
Panamericana de la Salud (OPS/OMS) |
7a. Ave. 12-23
Zona 9, Edificio Etisa, 3er. Nivel Tel. 332-2032 /
Fax: 334-3804 Correo-e: enriquei@gut.ops-oms.org |
Proyecto La Sala |
1a. Ave. 11-19
Zona 1, 2o. Nivel Tel. 220-8506 al
9 / Telefax: 251-6531 Correo-e: lasala@intelnet.net.gt |
[índice]
Toda acción o intento de acción involucrada en el reclutamiento, el
transporte dentro o a través de las fronteras, la compra, venta, transferencia,
recepción o albergue de una persona mediante el engaño, la coerción (incluyendo
el uso o amenaza de la fuerza o el abuso de autoridad) o la servidumbre por
deudas, con el propósito de colocar o conservar a esa persona, ya sea con paga
o sin ella, en una servidumbre involuntaria (doméstica, sexual o reproductiva),
en trabajo forzado u obligado, o en condiciones esclavitud, en una comunidad
diferente de aquélla en la que dicha persona vivía al momento del engaño
original, la coerción, o la servidumbre por deudas.
— Definición propuesta por la Alianza Global
contra el Tráfico de Mujeres, la Fundación contra el Tráfico de Mujeres y el
Grupo por la Legislación Internacional de Derechos Humanos.
[índice]
Lily
Muñoz, socióloga guatemalteca
No cabe
duda que en este nuestro mundo hay muchas personas que viven como el caracol:
con la casa a cuestas, yendo y viniendo de un lado para otro, siempre buscando
nuevos horizontes y mejores posibilidades de vida. Nunca fui tan consciente de
los avatares de esas personas hasta que mis estudios me llevaron a vivir en
España por algunos años, teniendo la posibilidad de conocer esta realidad y
compartir la vida, dolores, alegrías y sueños con muchos de esos “caracoles”.
De
hecho, fue una de mis entrañables compañeras de la Casa Latinoamericana (CLAM)
quien definió su vida con la metáfora del caracol, agregando: “Es increíble ver
cómo mi vida entera cabe en una maleta”.
En
mi afán de aventura, muchas veces pensé que era envidiable la capacidad de
desarraigo y desapego que las personas podemos desarrollar en esas situaciones,
pero el tiempo me despertó de mi letargo y me devolvió a la cruda realidad que
cotidianamente encara el colectivo de inmigrantes en el “primer mundo”.
Por
cierto, la primera paradoja que enfrenta la inmigración latinoamericana en
tierras españolas es la de salir del “tercer mundo” rumbo al “primero” y, una
vez allá, ser clasificada por “los otros” como del “cuarto mundo”, ese cajón de
sastre donde son ubicados todos los llamados “colectivos en riesgo de
exclusión”. Aunque, pensándolo bien, tal categoría también es paradójica y quizás
sería más adecuado llamarles “colectivos en riesgo de inclusión”, porque lo
cierto es que socialmente excluidos ya están, y el único riesgo que pueden
representar para la sociedad española es lograr que por fin sean escuchadas y
aceptadas sus legítimas demandas de inclusión, a través del reconocimiento de
sus derechos ciudadanos, en condiciones de igualdad, para que dejen de ser
vistos como ciudadanos de segunda o tercera clase.
En
los últimos años, cada vez se habla más de interculturalidad y tolerancia -no
sólo en España-, pero lamentablemente ambos términos se han convertido en los
caballitos de batalla de los discursos políticos de todos los signos y colores;
en mi opinión, no constituyen ningún antídoto contra la xenofobia y el racismo,
que campean cada vez más con mayor impunidad en todos los rincones del “primer
mundo”. Un compañero de la CLAM solía definir la tolerancia comparándola con la
situación que vivimos las personas dentro de un elevador: somos todas
desconocidas, no solemos mirarnos, rozarnos, ni hablarnos; sólo nos toleramos,
nos soportamos mutuamente, mientras esperamos ansiosas el momento de salir de
ese pequeño espacio que nos obliga a permanecer “juntas, pero no revueltas”.
Muchas
veces se piensa que los estudiantes extranjeros procedentes del “tercer mundo”
y los inmigrantes forman parte de dos categorías distintas; aunque formalmente
es así, a quienes hemos pasado por la experiencia la realidad nos ha demostrado
que en la cotidianeidad unos y otros estamos sujetos a las mismas actitudes
discriminatorias, a los mismos atropellos. Afortunadamente, siempre hay quienes
están dispuestos a sacar la cabeza de la concha y luchar por dejar de vivir
como el caracol, saliendo al encuentro de la dignidad a la que todas y todos
tenemos derecho, dondequiera que vivamos.
[índice]
Vicky
Lemus, guatemalteca, comunicadora social residente en Washington, D.C.
Sea por
tristeza, paranoia, tedio, aprendizaje, pobreza, enfermedad, por empezar de
nuevo o aportar estabilidad a la familia, no hay duda que los emigrantes
sabemos qué es lo que dejamos pero no a lo que llegamos.
En
mi caso, llegué a los Estados Unidos porque me urgía un cambio e iba invitada a
la boda de una prima. El trámite de visa fue fácil, como cosa rara. “Disfrute
la boda”, me dijo en inglés el de la embajada. Una mochila era suficiente para
los cuatro días que pensaba pasar allá. Me sentía inquieta, pero la ilusión de
viajar sobrepasaba todo aquello y me confortaba. La llegada a Miami fue lenta
pero ordenada. Era el punto de encuentro con mis tíos. Dos horas y media más
tarde, en Washington D.C. empezaba la locura: los arreglos de último momento
para la boda, que resultó ser todo un éxito. La familia, ya más relajada, se
dispuso a ir de compras. Entre los suéteres y abrigos para cobijarse del
intenso frío, extravié todos mis documentos.
Cancelé
las tarjetas, retrasé el regreso y recé para que apareciera aquella bolsa.
Intacta y bajo llave la encontré en el área de objetos extraviados. Pero mi
visita se fue alargando y tuve que buscar trabajo con la hermana del nuevo
miembro de la familia. Así pasé de tutora de inglés en Guatemala a
organizadora/secretaria en Estados Unidos.
En
ésas estaba cuando llamó el nuevo primo buscando ayuda. Necesitaba a alguien
para contestar el teléfono y envolver regalos en una joyería. La condición era
que me quedaría hasta la navidad. Con ánimo llené la plaza mientras observaba
el mundo de las joyas y los relojes. A pesar de saber inglés, tenía que
transferir las llamadas cuando me preguntaban por la dirección del local. En el
trabajo me disculpaban porque mi ropa no era formal.
Quise
comprar mi pasaje de regreso, pero debía esperar a que las tarifas áreas se
redujeran. La navidad iba pasando silenciosa y triste. Era alegre estar con la
nueva familia pero las costumbres eran muy distintas. Mi vida daba un cambio
drástico; el clima, la comida y el silencio me aturdían. Ni la belleza de la
nieve me consolaba.
Llegó
enero y me vi tomando una de las decisiones más grandes de mi vida: regresar a
reanudar la vida independiente que tenía en Guatemala o quedarme en un negocio
totalmente nuevo para mí, donde lo único familiar era el idioma, no el
vocabulario. Un lugar lejano, sin amistades, dependiendo de todos, sin ninguna
privacidad ni objetos personales, sólo una invitación a quedarme porque el
trabajo era seguro y la situación económico-social más estable.
Ese
trabajo ha sido la constante que me llevó a la independencia nuevamente; me
permitió adquirir un vehículo y alquilar un espacio propio al cual denominar
hogar. Las limitaciones existen, ya que al no poseer un seguro social muchas
puertas se cierran. Al ser inmigrante, eres nueva en el área y no hay récord de
ningún tipo. Eres un “alien resident” [residente extranjero]. No queda más que
empezar de cero y acoplarse tan bien como se pueda al sistema. Un sistema que
hay que conocer y entender para saber mantenerte fuera del alcance de
individuos y circunstancias que puedan ponerte en peligro.
Hoy,
cuatro años después de haber dejado mi país, he hecho unas cuantas amistades
sinceras. Me comunico constantemente con amigos y familia, he adquirido mucha
fortaleza a través de todo el proceso y tengo grandes deseos de atravesar
fronteras para visitar las bellas tierras chapinas.
[índice]
Claudia
Navas Dangel, laCuerda
Si existen
dos campos que se nutren con el intercambio de ideas, la cooperación y la falta
de barreras, son las ciencias y las artes. La historia así lo ha demostrado. Se
sabe que cuando Benvenuto Cellini vio las obras producto de la orfebrería
americana, su impresión fue tan fuerte que viajó hasta este continente para
aprender los secretos de los maestros indígenas.
Hoy
las ideas viajan a la velocidad de los medios pero éstos aún no sustituyen al
intercambio cercano que se produce cuando dos creadores se encuentran. Existe
también la fusión de ideas y propuestas cuando el arte surge de los movimientos
migratorios espontáneos que se dan al desplazarse grupos humanos desde su lugar
de origen en busca de nuevos horizontes.
Sería
prolijo en demasía mencionar los ejemplos históricos así como los
contemporáneos. Además han existido intentos, por parte de artistas, para
propiciar el surgimiento de este tipo de creaciones o ellas han sido fuente de
inspiración.
Dos
ejemplos. El primero es el esfuerzo realizado hace poco por Rosina Cazali para
conjuntar artistas y viajar a un punto fronterizo, trabajo que el próximo año
podría apreciarse en las distintas manifestaciones artísticas. El otro, un
“happening” creado por Yasmín Hage: se hizo una cancha de fútbol dividida por
la línea fronteriza que demarca a Belice y Guatemala, para que sobre ella
jugaran futbolistas de ambos países.
Más
allá de esta nota estaría analizar el significado de tal evento. Además, la
propuesta demuestra por sí misma el absurdo de las divisiones geográficas y la
importancia que tiene el intercambio, de cualquier tipo que sea.
Otro
ejemplo, pero esta vez de la cultura popular: “Ay Califas: Raza Rock” es un
álbum que compila el trabajo de diversos músicos de origen latino, quienes
crearon en Estados Unidos, en los años 70 y 80, piezas (algunas con intención
comercial, otras no) que reflejan el influjo de las muchas culturas con que
entraron en contacto en ese país.
En
la música “seria” contemporánea, vale la pena mencionar el trabajo de David de
Gandarias, quien ha sabido expresar las tradiciones musicales garífunas
mediante instrumentos modernos, con un lenguaje propio de la música electrónica
de corte académico. En cierta forma, este artista guatemalteco ha sido un
migrante. Por medio de su extensa estadía en Italia logró incorporarse a la
reciente, pero rica, tradición de los compositores del género denominado
electrónico, inscrito dentro del clásico actual.
En
Guatemala, por tratarse de un país multiétnico, pluricultural y multilingüe,
algunos artistas han adoptado a lo largo de generaciones, pero sobre todo desde
el siglo XX, las tendencias, ideas y propuestas de sus colegas de otras
culturas. Por ejemplo, Roberto Cabrera creó una instalación inspirada en
Maximón y, por el estilo, las obras de otros artistas “ladinos” tienen ecos de
las culturas indígenas, garífunas, etc., ya que forman parte de su horizonte
cognitivo.
A
la inversa, también las artes indígenas y de otras culturas locales, para
escándalo de algunos folcloristas, se han “contaminado” con ideas procedentes
de ciertas tendencias occidentales, además de sufrir el embate de la penetración
religiosa y comercial que llega por medio de la propaganda.
Por
lo visto, entonces, es de máxima importancia que en Guatemala se propicie el
encuentro de personas provenientes de distintas culturas, tanto las locales
como las que vienen o pasan por el país en su ruta hacia otras naciones (sobre
todo Estados Unidos).
En
noviembre del 2000, el “Migration Heritage Centre”, de Australia, patrocinó el
proyecto “Generate: The Art of Migration”, en el que participaron más de siete
instituciones. La investigación duró más de dos años y estuvo orientada a
jóvenes. En vez de focalizarse en las artes tradicionales, generó un espacio
donde las y los participantes pudieron expresar sus prácticas culturales
contemporáneas, con el fin de extender el concepto de arte más allá de las
definiciones académicas tradicionales.
Debido
a que el arte y los artistas no son inmunes a las realidades que viven, la
política, ciencia, economía y cualquier otra actividad humana se verán
reflejadas en él.
Por
tanto, los encuentros interculturales, provocados o espontáneos, necesariamente
arrojarán distintas percepciones de situaciones y hechos contemporáneos como el
fenómeno mismo de las migraciones, el cual, aunque no a toda velocidad, ya
empieza a cambiar el rostro del mundo que conocemos.
Para
el psicoanalista suizo Carl Gustav Jung, el arte contiene profundos
significados simbólicos que plasman la sabiduría del inconsciente colectivo.
Por medio de las transformaciones producto del intercambio entre distintas
culturas, etnias y tradiciones, ese colectivo se enriquecerá y generará un arte
universal que, a su vez, servirá para que lleguemos algún día a encontrar
nuestra propia quintaesencia.
[índice]
«La palabra y el sentir de las Mujeres
Mayas de Kaqla»
La
repatriación del yo
Adelma
Bercián, periodista
El Grupo
de Mujeres Mayas Kaqla presentó recientemente la publicación “La palabra y el
sentir de las Mujeres Mayas de Kaqla”. En forma de libro, esta agrupación
recoge el inicio de su proceso de reencuentro con cada una, con su comunidad,
su etnia y su país. Todo
el libro es un testimonio personal e íntimo que revisa el entorno social y
privado de estas mujeres indígenas que decidieron tomarse la palabra y
escudriñarse. En la introducción plantean el procedimiento utilizado
(terapias grupales y personales) y desde allí dejan claro que, más que una
propuesta con recomendaciones y conclusiones, “La palabra y el sentir de las
Mujeres Mayas de Kaqla” da voz al sentir y al pensar de las participantes. |
|
Dividido
en tres capítulos, todos explorados desde la experiencia particular para luego
discutir, criticar y definir la colectividad dentro de la cual viven, el
documento toca temas muy pocas veces tratados desde la perspectiva de mujeres
indígenas fuera de la academia.
El
Capítulo I está autodefinido como el destinado a explorar la identidad, cultura
y cosmovisión de las participantes. En la práctica, su contenido recoge
reflexiones sobre temas colectivos como el traje, la memoria histórica y la
discriminación hacia la mujer indígena. Pero hay un inciso dedicado a la
sexualidad. Resulta muy refrescante la lectura de los testimonios, tanto de las
interpretaciones sobre la sexualidad de cada una como de las vivencias acerca
de violencia y sexo. En el recorrer de las líneas se respira un gran alivio, no
sólo por haber hablado del dolor sino también por haberlo dejado plasmado en
blanco y negro.
El
segundo capítulo está dedicado al amor: hacia la familia, incluyendo una
revisión valiente de sus madres y padres; hacia la pareja y los hijos, y un
viaje hacia adentro, hacia el amor enterrado por el sufrimiento y que se
manifiesta en el cuerpo o, más bien, en la ausencia de interés en el cuerpo.
Terminada
la búsqueda personal, llega el Capítulo III. Explora las relaciones con las
otras, aunque parte del estudio del yo en el inciso inicial del capítulo. Esa
aclaración personal da paso para abordar la relación con otras mujeres, es
decir, los problemas de interrelación de unas con las otras. Al final, queda la
invitación para ahondar en el tema.
“La
palabra y el sentir de las Mujeres Mayas de Kaqla” es una migración, más bien
una repatriación hacia el corazón y las historias personales de las mujeres de
este grupo. Asistidas por técnicas psicológicas, las líneas del libro atestiguan
el inicio de un proceso enriquecedor de auto-conocimiento y liberación. Estas
mujeres tienen ahora las herramientas para fortalecerse; el libro es una
muestra de ello.
Es
también importante señalar que la presentación del documento es impecable. Es
evidente el cuidado de los detalles en el diseño y la impresión.
Contacto
con Kaqla: kaqla@intelnet.net.gt
[índice]
Poeta
guatemalteca
Migrar
Como ser expulsado
del vientre de la madre,
repelido por ella,
- abandonado -
Soportar el dolor
con la esperanza
de que quizá un día
las cosas irán mucho mejor
Andar por los caminos
polvorientos,
con migajas de pan
para saciar el hambre
Cargar en el morral
la patria,
el fuego,
la lluvia,
el viento,
la mazorca
Ser cancerberos
del recuerdo,
Tener por concubina
la nostalgia
Añorar inhumar
los huesos
en la tierra.
Sentencias migratorias
I Migrar
es aceptar ser huérfano
II Dime en qué país andas,
y te diré quién no te quiso...
III Cuando las oportunidades
son lejanas,
el éxodo
es la ley
IV El “sueño americano”
es
la pesadilla latina
V Ser desterrado es el castigo
que inflingen los verdugos
hacia los oprimidos...
VI El exilio interior es el recurso
de los sobrevivientes
[índice]
Andrea
Aragón, guatemalteca, fotógrafa
Para ser
migrante ya no es necesario cruzar fronteras.
Para
sentirse en el país de las oportunidades sólo hace falta trasladarse a la
sección “wanna be” de la ciudad. Allí hay “shopping”, “dining”, “lounges”,
“discos”, “spas”, “malls” y todo lo “cool” que usted desee.
Y si
por alguna razón usted no se siente bien recibido, no importa; si llega de
mojado, tampoco lo será. Así que nuestra porción de la tierra prometida viene
con discriminación incluida.
Qué
maravilla, poder crear pequeños migrantes hechos en casa. Da resultados
sorprendentes, como el horroroso acento a gringo que tienen muchos indígenas o
la cantidad de amigas rubias que tengo de repente.
Es
una suerte, Jennifer López les devuelve el prestigio a los chapines con ese
apellido.
Yo
por mi parte lucho por meter la panza y sacar la pechuga; tal vez así me
parezca a la chica del afiche, la del bikini amarillo. Dice el canal Sony que
yo puedo lograrlo.
[índice]
Paola
Hurtado, guatemalteca, periodista de diario elPeriódico
Llevaba
anotado en un rimero de hojas una docena de nombres. Sus edades, sus
ocupaciones. Los lugares donde fueron encontradas.
“Sandra
Janneth Palma Godoy, 17 años, estudiante. Fue a la feria y no regresó. Apareció
en la aldea Buena Vista, San Pedro Sacatepéquez. La violaron. Le cercenaron el
brazo y los pechos, le abrieron el tórax y le arrancaron el corazón.
“Manuela
Haz, 19 años, niñera. Hallada en una casa en Villa Nueva, violada, sin pechos.
A ella y al bebé de ocho meses que cuidaba les cortaron el cuello.
“Andrea
Fabiola Contreras, 17 años, estudiante. Desapareció de su casa. La encontraron
un día después, violada y con la palabra ‘venganza’ escrita con cuchillo sobre
su pierna.
Gladys
Estela Leiva García. Salió a visitar a una amiga. Apareció en un barranco de la
aldea El Porvenir, Villa Canales, degollada, con heridas en el pecho”.
En
la casa de Sandra no encontré a nadie. El padre, los hermanos y la madrastra
armaron maletas nueve días después de enterrarla y no dejaron más que dos
chompipes al cuidado de las vecinas. El miedo sacó huyendo también a la madre
de Gladys, a la patrona de Manuela, a la mamá de Andrea.
La
abuela del bebé degollado se volvió diabética después del susto. Me contó que
vende helados en las calles de Villa Nueva para no pensar en él. Para no
recordar que lo dejaron desangrándose en la sillita en que Manuela le estaba
dando de comer.
La
mamá de Andrea me recibió con los párpados hinchados. Dejó su venta de
tortillas con carne en Jocotenango para esconderse del dolor y del miedo.
Cuidaba tanto a Andrea y no pudo evitarle ese sufrimiento. Se siente culpable.
Óscar
González no logra explicarse por qué mataron a su familia. Aquel día varios
hombres pasaron disparando en un carro enfrente de la casa. Adentro murió
Ester, su hermana. Mataron a Marco Vinicio, su sobrino, y a otro joven con
quien platicaba en la puerta. Blanca Aroche, la esposa del sobrino, regresaba
de la tienda, fue alcanzada por una bala y falleció. Estaba embarazada. En el
hospital le abrieron el vientre y sacaron con vida al bebé, quien murió nueve
días después.
Llegué
a la oficina. Anoté los nombres de los deudos a quienes localicé ese día. Hice
una lista de los que debía buscar a la mañana siguiente. Me fui a mi casa
pasadas las 10 de la noche. Subí al carro y manejé sobre la carretera de Boca
del Monte.
Estaba
oscuro. “Un carro podría salir de un extravío y seguirme”, pensé. Encendí el
radio. “¿Y si me acorralan y me bajan a punta de pistola? En ese momento sabría
que yo soy la siguiente. Que me violarán, me quitarán los pechos y me
arrancarán el corazón junto con el último suspiro”. Me sudaban las manos. Puse
el seguro en la puerta. “No voy a poder huir. Si se pudiera, Gladys lo habría
hecho. Andrea y Sandra también”. Me aseguré que el celular tuviera señal y batería
cargada. “Ese miedo que habrán pasado. Gritar sin ser oídas, pedir piedad y
recibir otra cuchillada”. Empezó a lloviznar. “Sería la víctima 270 y pico. Y
el día que me entierren estarán matando a la siguiente”.
Llegué
a mi casa. El guardián del condominio me saludó con el rifle colgado en el
hombro. Entré y eché doble llave. Me sentí una absurda paranoica.
[índice]
Visibilicemos el trabajo en casa particular
Maritza
Velásquez/CENTRACAP
Las
trabajadoras de casa particular deben contar con una ley específica que las
proteja, y no con el actual Código de Trabajo, que consideramos demasiado
discriminatorio. Por ello nos encontramos en una serie de coordinaciones y
búsqueda de alianzas que conduzcan a la aprobación de la Ley de Protección
Social al Trabajo en Casa Particular.
Hemos
desarrollado una investigación cuyos resultados son preocupantes. No es posible
que las trabajadoras continúen devengando un salario de Q.500.00 mensuales, pues
representan a una familia que necesita sus ingresos para sobrevivir. Una
trabajadora nunca puede llegar a jubilarse, pues el empleador no la inscribe en
el seguro social si no tiene más de tres empleados en su casa.
Tales
situaciones cotidianas nos hacen delinear estrategias y acciones que puedan
ayudar a estas trabajadoras a sobrellevar su situación. Es lamentable que este
sector laboral, parte de la economía que está invisible, no sea tomado en
consideración por quienes pueden hacer funcionar las políticas laborales del
país.
Por
todo lo anterior, queremos que el trabajo en casa particular sea más visible,
partiendo de que en un 99 por ciento son mujeres quienes lo ejecutan y que
ellas tienen sentimientos y una vida propia.
Hemos
encontrado que uno de los fenómenos que se dan en este sector laboral de
mujeres es que su círculo cerrado de trabajo y la falta de espacio y tiempo
para salir e interrelacionarse con más personas no les permiten encontrar una
pareja. Eso nos marca que ellas son en su mayoría solteras, adultas y no llegan
a tener hijos.
Aparte
de ello, el 80 por ciento son jóvenes e indígenas y sufren el desarraigo de sus
familias al adoptar ropa ladina o mestiza, dejando sus bellos trajes. Se ven
obligadas a adquirir otra clase de ropa más barata pues lo que ganan no les
alcanza para comprar su traje típico. Además, las familias para las que
trabajan les imponen que dejen su traje y usen uniforme.
También
cabe mencionar que son objeto de acoso sexual y éste, en muchos casos, llega a
ser consumado.
El
tema de las trabajadoras debe ser uno de análisis dado que, como mujeres de la
sociedad, viven afectadas en lo social, económico y político. Es necesaria la
articulación de las organizaciones de la sociedad civil para coadyuvar en la
lucha reivindicativa del Centro de Apoyo para las Trabajadoras de Casa
Particular (CENTRACAP). No podemos permitir más atropellos hacia ellas, mujeres
con pocos o nulos niveles educativos que se enfrentan diariamente a abusos,
discriminación, acoso y explotación.
[índice]
Así discrimina el Código de Trabajo
·
“El trabajo doméstico no está sujeto a horario ni a las
limitaciones de la jornada de trabajo y tampoco le son aplicables los artículos
126 y 127. (...)” (Artículo 164)
·
“Todo trabajador tiene derecho a disfrutar de un día de descanso
remunerado después de cada semana de trabajo. La semana se computará de cinco a
seis días, según costumbre en la empresa o centro de trabajo. (...)” (Artículo
126)
·
“Son días de asueto con goce de salario para los trabajadores
particulares: el 1º de enero; el jueves, viernes y sábado santos; el 1º de
mayo, el 30 de junio, el 15 de septiembre, el 20 de octubre, el 1º de
noviembre, el 24 de diciembre, medio día, a partir de las 12 horas, el 25 de
diciembre, el 31 de diciembre, medio día a partir de las 12 horas, y el día de
la festividad de la localidad. El patrono está obligado a pagar el día de
descanso semanal, aun cuando en una misma semana coincidan uno o más días de
asueto, y asimismo cuando coincidan un día de asueto pagado y un día de
descanso semanal”. (Artículo
127)
[índice]
Más difícil para la cultura maya
María
Ixcoy Vicente (Mariíta), estudiante
Migración es
cuando las personas se trasladan de un lugar a otro por razones de
subsistencia, porque en su lugar de origen no tienen los medios que les
permitan desarrollarse como seres humanos y tener una vida digna. Existen tanto
las migraciones internas como las externas, que se dan de un país a otro. Me
referiré especialmente a la migración de la cultura maya.
La
cultura maya ha sido más vulnerable ante los problemas históricos del país,
tales como desigualdad económica, concentración de empleos en las ciudades y
exclusión total de sus derechos. Aunque la desigualdad económica ha sido cruel
para toda persona pobre, sin excepción, en la cultura maya ha causado grandes
problemas en el tejido social, principalmente en valores humanos.
Su
migración a las ciudades o a otro país también se debe a la concentración de
empleos, a los cuales no tienen acceso en sus lugares de origen. Otras razones
son la exclusión y la discriminación en su derecho a desarrollarse como seres
humanos, lo cual ha sido una lucha en toda su historia, desde la Conquista
hasta hoy.
Por
siglos se ha ignorado al pueblo maya y se le ha aislado de toda oportunidad
para su desarrollo digno. Muchas personas mayas no han tenido más opción que
migrar a las ciudades en busca de mejores posibilidades de superación y
formación educativa para sí mismas y para la sobrevivencia económica de su
familia.
Es
un sueño que en la mayoría de casos resulta un fracaso para la persona
migrante, porque con la migración se enfrenta a otros problemas quizás mucho
más difíciles de lo que pensaba encontrar o que nunca imaginó: empezando por
abandonar el hogar, hasta el punto de despojarse de su identidad cultural,
adaptarse a una cultura totalmente diferente a la suya y correr todo tipo de
riesgos. Ejemplos claros son quienes migran hacia Estados Unidos tras el “sueño
americano”.
En
el caso de la migración interna, el proceso es agonizante, especialmente para
las mujeres. Ellas se ven obligadas a trabajar en casas particulares y fábricas
donde sufren las mismas formas de explotación y acoso sexual. Por si fuera
poco, también son víctimas de racismo y discriminación en el contexto social.
Luego se ven influenciadas por los medios de comunicación, ideologías y
consumismo.
¿No
ha sido la migración más difícil para la cultura maya? Y ni hablar de los
efectos psicológicos que causa en la gente, los cuales llevan a un conflicto
con su identidad personal, cultural y, por tanto, colectiva.
Personas
que corrieron tras una vida más humana ahora se ven obligadas a despojarse de
su idioma, vestuario, y sobre todo ideológicamente, para sentirse aceptadas,
valoradas como seres humanos que son. ¿Acaso esto es justo? Salieron para tener
una vida más justa, y la pobreza extrema es cada vez peor, sólo que ahora
también sufren de pobreza espiritual.
[índice]
De pasadita una reflexión
Migrar de género para encontrar a un hombre
Felipe
Antonio Girón Palacios, antropólogo social
Perder la
capacidad de asombrarse en el encuentro con “el otro” sería como perder el
sentido de la orientación. Ésta es una faceta cualitativamente humana que
podemos encontrar en el viaje, en el simple hecho de movernos de nuestro lugar
de origen hacia otro diferente por la razón que sea, no importa si es por ocio
o simple placer, o si nos empuja una necesidad de cualquier tipo.
Aunque
en el fondo no es necesario salir de nuestro lugar de origen para que
diariamente podamos encontrarnos con la diferencia y con “el otro”, muy a
menudo el recurso del contraste es más eficiente para pensar sobre nosotros
mismos.
¿Hasta
cuándo los hombres vamos a dejar de soslayar la crítica feminista e iniciar a
construir una masculinidad diferente al macho? ¿Cuándo vamos los hombres a
elaborar una masculinidad diferente a partir de la presencia femenina próxima?
Hace
unas semanas, una persona muy cercana me contó un chiste que desafortunadamente
no es el único en su género y estilo. Cuando una recurrencia importante de
estos relatos comienza a suceder, es porque algo está reflejando desde la
profundidad. Éste decía, simplificando al extremo porque no me interesa hacer
reír a mis lectoras, que un (h)ombre decidió, ante la liberación femenina,
darle más espacio a su esposa. ¿Qué hizo? Ampliar la cocina. ¿Quién reirá con
este chiste? Quizás el macho que no acoge al “otro”, que no se encuentra con la
mujer ni siquiera en la cocina, que es un substancial a la existencia humana.
Algo
similar ocurre cuando, frente al embate de ciertas instituciones
-gubernamentales o no-, por exigir mayor paarticipación de las mujeres en la
gestión y ejecución de proyectos, la asimetría se mantiene en el espacio
doméstico, privado e íntimo, expresión cómoda de la dominación masculina que,
ante esta situación, sigue indiferente diciendo: “En mi casa me es más fácil
mandar...” Ésa será una casa en la que lo “fácil” de mandar se convierte en
silencio de la voz femenina que expresa nuestro ser sin dejar de ser ella
misma.
Vaya
honduras en las que me he metido. Pero, qué marinero es marinero sin disfrutar
de meterse mar adentro hasta concluir el viaje y alcanzar el destino propuesto.
¿Es acaso que ante lo complejo y profundo no podemos responder con sencillez y
abrirnos a lo “otro” para encontrarnos en él? ¿Somos hombres o machos? ¿Puede
darse una masculinidad?
Dejo
la respuesta abierta porque no está solamente en mí dar respuesta, pero sí
quisiera dejar la inquietud para que comencemos a migrar y dejar ese lugar, esa
estación donde el macho deja su carga al concluir el viaje y nada más.
Dado
que la condición humana en buena forma es un viaje o migración (sin adverbio
por ahora), hoy quisiera proponer a aquel hombre (me incluyo) que en su casa
vive con una(s) mujer(es), iniciar un viaje, una migración diferente, y
encontrar en esa(s) mujer(es) al hombre que somos; es decir, encontrar en la
simetría la identidad/diferencia.
[índice]
Las medicinas no pueden ser un lujo
Marielos
Monzón, guatemalteca, periodista
El acceso
equitativo a medicinas baratas y de buena calidad es un aspecto central de
cualquier política seria de salud pública. Desde que entró en vigencia el
Decreto 9-2003, que limita la venta de medicamentos genéricos, se están
violentando los derechos a la salud y a la vida de la población.
En
un país con los índices de pobreza de Guatemala es criminal pretender que sólo
se comercialicen medicamentos de marca, por los costos inaccesibles que éstos
tienen para la mayoría de la gente. El Decreto 9-2003 sirve únicamente para
proteger las ganancias de las empresas farmacéuticas transnacionales.
Algunas
cifras para poner el problema en perspectiva: 1) Sólo en el año 2002, una de
estas empresas facturó en Centroamérica 14 mil 225 millones de dólares. 2) En
la actualidad, la utilización de medicamentos de marca permite atender apenas
al 26 por ciento de las personas enfermas de sida. Si se usaran genéricos, sin
invertir un quetzal más se podría atender al 76 por ciento de la población
infectada.
El
presidente Óscar Berger se comprometió públicamente a derogar el decreto; incluso
envió una iniciativa de ley al Congreso para dejarlo sin efecto. En el mismo
sentido se comprometieron los presidentes de todas las bancadas parlamentarias.
Pero
vinieron las presiones de las transnacionales, Berger retiró su iniciativa y el
Congreso postergó, una y otra vez, la consideración del tema. Los ministerios
de Economía, Salud y Agricultura están promoviendo una nueva ley que mantiene
los privilegios para las trasnacionales y no contempla la protección a la vida
y a la salud de la población.
Paralelamente,
la Corte de Constitucionalidad analiza un recurso presentado por la Asociación
Civil para el Acceso a Medicamentos (ACAM), conformada por 32 organizaciones
sociales y destacadas personalidades nacionales, pidiendo que se declare
inconstitucional el decreto. En el amparo provisional la Corte en pleno se
pronunció contra el recurso. Lamentablemente, hasta ahora, en los organismos e
instituciones del Estado ha primado una visión comercial sobre el asunto y
también un sometimiento a las presiones de las transnacionales y de los Estados
Unidos, que defiende a sus empresas.
El
mantenimiento del Decreto 9-2003 es un error moral, legal y económico. Moral
porque no se puede condenar a muerte a miles de personas por contemplar
intereses comerciales. Legal porque viola la disposición constitucional que
establece que la salud es un derecho de toda la población. Económico porque con
el mismo dinero que se invierte en medicamentos de marca se podría atender a
muchas más personas con medicina genérica de calidad.
El
presidente Berger, los diputados y los magistrados deben definirse: o están con
las transnacionales o defienden la salud y la vida de la gente y de su pueblo.
[índice]
laCuerda
Delegaciones
de los 41 Estados miembros de la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe (CEPAL) se dieron cita en San Juan, Puerto Rico, del 28 de junio al 2 de
julio pasados. El objetivo: evaluar los avances del compromiso contraído hace
10 años, por los Estados, de implementar el Programa de Acción de la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo, celebrada en El Cairo,
Egipto, en 1994.
La
delegación guatemalteca estuvo integrada por la Licda. Gabriela Núñez, titular
de la Secretaría Presidencial de la Mujer (SEPREM); la Dra. Rebeca Guízar Ruiz,
representante de la sociedad civil, y la Dra. Sonia Hernández, delegada por el
Ministerio de Relaciones Exteriores.
Guatemala
presentó los avances en materia legislativa, por tener ahora la Ley de Desarrollo
Social y la Política de Desarrollo Social y Población.
En
San Juan se acordó redoblar esfuerzos y fortalecer:
·
las estrategias de
desarrollo y políticas públicas en materia demográfica en la planificación del
desarrollo;
·
las medidas para eliminar
todas las formas de violencia contra las mujeres, violencia intrafamiliar,
abuso sexual, incesto, prostitución forzada y asesinatos; erradicar la
discriminación contra las mujeres; orientar las políticas educativas
priorizando la educación femenina; elaborar políticas públicas para superar las
condiciones de pobreza de las mujeres y garantizar el acceso de ellas a la
propiedad de la tierra y a créditos.
·
la reducción de la
morbilidad materna e infantil, garantizando el acceso a servicios de salud,
incluida la atención de la salud reproductiva; prevención, diagnóstico y
tratamiento de infecciones de transmisión sexual (ITS), en particular el
VIH/sida.
·
la entrega de información y
educación a adolescentes y jóvenes sobre sexualidad y acceso a servicios
integrales de salud para su bienestar físico y emocional; prevención de
embarazos a temprana edad, abortos e ITS, incluido el VIH/sida, como también de
la violencia y coacción sexuales, entre otros.
Guatemala ratificó estos acuerdos
y se comprometió a cumplirlos.
[índice]
X Festival de la Hermandad y la Paz en el Día del Migrante - 5 de septiembre Gimnasio del Colegio Don Bosco - 26 Calle 2-46 Zona 1 |
|
09:00 hrs. 11:00 hrs. 12:00 hrs. 14:00 hrs. 15:30 hrs. |
Eucaristía Franja infantil Degustación de comidas típicas de
varios países Tarde cultural Baile popular con contrapunto |
Puedes
traer tu traje típico de país o región. Invitan: Centro de Atención al Migrante y Casa del
Migrante |
[índice]
¡Vamos a gritar!
Marcharemos el viernes 13 de agosto para
manifestar nuestro repudio
a la violencia contra las mujeres. La
marcha saldrá a las 4 p.m.
de la Plaza Italia hacia el Parque
Central.
[índice]
laCuerda
La
publicación de julio 2004 titulada “Política de Equidad de Género” reporta que
el Fondo de Tierras benefició en cinco años a 14,117 familias,* de las cuales
el 11 por ciento (1,557) son hogares encabezados por mujeres.
El
detalle de la información en 15 departamentos donde se entregaron créditos para
la compra de fincas indica que, de 1998 a agosto del 2003, dos mujeres tuvieron
acceso a tierra en Baja Verapaz, nueve en Quiché y ocho en Sololá. El mayor
número de beneficiarias se registró en Retalhuleu (337), Suchitepéquez (308) y
Quetzaltenango (137).
En
sus líneas estratégicas especifica, entre otras:
En
el renglón de la estructura del Fondo de Tierras se especifica que de 76
mujeres contratadas, casi la mitad desempeña el cargo de secretaria, mientras que
del personal masculino, que suma 149, sólo tres son secretarios. Como jefes de
área y coordinadores hay 13 hombres y una mujer, en tanto contrataron a una
supervisora de proyectos y 11 supervisores. El único cargo en que existe
equidad es el de analista socioeconómico.
* Según varios estudios, esa cifra representa sólo el
5 por ciento del total de la demanda.
[índice]
IV Encuentro Nacional de la Red de Mujeres
Periodistas 28 y 29 de agosto |
|
Temas Historia Práctica Reflexión |
·
Feminismo en Guatemala ·
La entrevista ·
Función social del periodismo:
¿posición neutral o no neutral? |
Lugar:
Porta Hotel Antigua (8a. Calle Poniente No. 1, Antigua Guatemala) Interesadas
comunicarse con Andrea Carrillo: Tel.
220-1380 ó 238-1699 / redengt@intelnet.net.gt |
[índice]
Niñez, juventud y comunicación
laCuerda
A fin de
atender diferentes aspectos de comunicación, las organizaciones integrantes del
Movimiento Social por los Derechos de la Niñez, Adolescencia y Juventud en
Guatemala nombraron un equipo que trabajará en las siguientes áreas: prensa,
boletín mensual institucional, medios tradicionales y alternativos. Lo anterior
fue informado por Alejandra Vásquez, directora ejecutiva de este colectivo.
Entre
las actividades que desarrolla el Movimiento se cuentan: una iniciativa de ley
sobre adopciones, la difusión de la Ley de Protección Integral de la Niñez y
Adolescencia, así como la publicación de textos metodológicos para educadoras y
educadores de niñas, niños, adolescentes y personas adultas.
La
Comisión de Comunicación está integrada por Enrique Alonzo, de Fundación para
el Desarrollo Estudiantil (FUNDEST); Wendy Pacay, de Alianza para el Desarrollo
Juvenil Comunitario (ADEJUC); Carmen Marroquín, del Centro de Desarrollo
Integral Comunitario (CEDIC); Sabrina Morales, del Programa de Apoyo para la
Salud Materno Infantil, y Nicolás Pacheco, de la Red Utzil, entre otras
personas.
Contacto
con la Comisión de Comunicación:
8a.
Avenida 12-29 Zona 1, Edificio Espinosa, 3er. Nivel
Ciudad de
Guatemala
Telefax:
251-4073 / Correo-e: movninez@c.net.gt
[índice]
Recomendaciones sobre migrantes *
·
Establecer el Comisionado Regional General de las
Migraciones en Centroamérica para negociar acuerdos unificadamente con países
recipientes de migrantes, sobre todo Estados Unidos.
·
Establecer, en cada país de la región, los
comisionados nacionales para el tema de migrantes.
·
Reconocer que algunos gobiernos del área ya han dado
mayor peso a este tema, institucionalizando estructuras dentro del Estado, como
comisionados nacionales, departamentos en las cancillerías o, en el caso de
Guatemala, una vicecancillería sobre el tema.
·
Que los gobiernos establezcan las respectivas
políticas públicas.
·
Velar por el respeto a los derechos humanos de
migrantes que transitan por la región, un trato humano, sin xenofobia, atención
de la salud y asistencia jurídica en casos de deportación, accidentes o cuando
son víctimas de actos delictivos.
·
Invitar a los gobiernos centroamericanos a penalizar
severamente la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, con apego a
los protocolos que complementan la Convención contra el Crimen Organizado.
·
Con base en las rutas de tránsito migratorio,
establecer oficinas de apoyo y orientación para migrantes, que les indiquen los
peligros y riesgos que enfrentan.
·
Expresar reconocimiento al estado mexicano de
Zacatecas por las recientes iniciativas conjuntas con organizaciones de la
sociedad civil de Centroamérica, en materia de asistir a migrantes del área a
su paso por México.
·
Unificar los consulados centroamericanos (oficina
común y atención conjunta) en los lugares de mayor concentración de migrantes.
·
Coordinar la legislación migratoria
Centroamérica-México.
·
Retomar la capacitación en derechos humanos en
órganos estatales, incorporando elementos de la Convención de los Derechos
Humanos de los Migrantes.
·
Instar a los gobiernos a trabajar proyectos de
reinserción social, cultural y laboral de sus migrantes.
·
Buscar caminos políticos y jurídicos para que las
personas migrantes puedan ejercer el derecho al voto en las elecciones de sus
países de origen.
·
Que todos los parlamentos de la región establezcan
comisiones permanentes de migrantes y se coordinen a nivel regional.
·
Organizar en forma virtual las oficinas en México
para atención de migrantes.
·
Apoyar la prórroga del Estado Temporal de Protección
a migrantes salvadoreños, que de ser posible culmine con el otorgamiento de su
residencia permanente.
* Emanadas del seminario regional “Migraciones en Centroamérica:
Remesas, libre movilidad de las personas y efectos humanos” (Ciudad de
Guatemala, 22 y 23 de julio), patrocinado por el Instituto Centroamericano de
Estudios Políticos (INCEP), la Fundación Konrad Adenauer y la Organización
Internacional para las Migraciones (OIM), con participación de 70 personas de
toda la región.
[índice]
La migración internacional de sur a norte
Margarita
Hurtado, investigadora del
Programa
de Migración de FLACSO Sede Guatemala
La
movilidad humana a través de las fronteras es una característica de la vida del
mundo actual. En el caso de Centroamérica y México -sin desconocer la migración
intrarregional y la trascendencia de la migración de trabajadores nicaragüenses
hacia Costa Rica- es posible afirmar que los principales flujos migratorios
internacionales en la región tienen una clara direccionalidad de sur a norte.
Estados Unidos es el principal país de atracción y pretendido destino.
Entre
los flujos migratorios que llegan a ese país desde esta región pueden
identificarse personas originarias de México -donde se observa una ampliación
en las zonas y comunidades de origen- y centroamericanas -principalmente
guatemaltecas, hondureñas y salvadoreñas-. Asimismo hacen uso de este
territorio, en su tránsito hacia Estados Unidos, sudamericanos y migrantes
extracontinentales.
Es
prácticamente imposible la cuantificación de las personas involucradas en tales
procesos migratorios, ya que la mayoría de éstos se sucede de manera no
autorizada o irregular. No obstante, se puede constatar un significativo
incremento a través de algunos registros y estudios referenciales. Un simple
dato: las devoluciones de centro y sudamericanos realizadas por las autoridades
mexicanas de migración entre los meses de enero y abril de 2003 (48,476) y las
del mismo período en 2004 (74,478) registran un aumento del 54 por ciento.
Este
constante incremento de la emigración hacia el norte pareciera no tener
posibilidades de disminuir en el corto o mediano plazo. En la medida en que
sigan articulándose los factores económicos, políticos, sociales y demográficos
actuales de expulsión-atracción entre los países pobres y los desarrollados de
la región, el fenómeno de la migración seguirá presente y muy probablemente en
aumento.
Para
Centroamérica y México, mientras los países de origen no ofrezcan las oportunidades
de empleo e ingresos que satisfagan las necesidades y aspiraciones de la
mayoría de sus ciudadanos, y toda vez que el mercado laboral norteamericano
siga requiriendo mano de obra para determinadas actividades productivas y de
servicios, es de esperar que los flujos migratorios sur-norte continúen
ocurriendo.
Globalización y contradicciones
En
términos más generales, la creciente migración internacional en el mundo
responde a las demandas de una economía cada vez más globalizada e integrada,
así como a las tendencias y previsiones demográficas. A pesar de ello, las
políticas migratorias predominantes tienen un carácter restrictivo: buscan
controlar y contener la migración irregular o no autorizada. Esto no deja de
ser contradictorio con la ya apuntada funcionalidad del fenómeno migratorio con
respecto a las economías de los países desarrollados/receptores.
Es
evidente además que estas políticas, si bien no frenan totalmente la migración,
sí provocan un proceso de selectividad, en tanto logran llegar a su destino
sólo aquellos migrantes que tienen más habilidades y recursos de distinto tipo
(financieros, cognitivos, redes sociales, entre otros). A su vez, colocan en
una situación de mayor vulnerabilidad a migrantes más pobres, a las mujeres y a
menores de edad, muchos de ellos indígenas.
Contención del flujo humano
Es
importante también considerar que las políticas migratorias de los países
desarrollados tienen hoy un carácter más transnacional en la medida en que
trascienden sus territorios, fronteras terrestres, puertos marítimos y aéreos;
han ampliado su ámbito de influencia a los países vecinos y de tránsito.
Por
su ubicación geopolítica en la región, esto se observa particularmente en el
caso de México y Guatemala. En la actualidad México juega un papel muy
importante en la contención, aseguramiento y devolución de migrantes, sobre
todo centroamericanos, al tiempo que Guatemala se ha convertido eminentemente
en un territorio de deportación. En ese marco se inscriben los acuerdos
multilaterales, regionales o binacionales sobre migración, así como los planes
y operativos de intercepción, detención y devolución de migrantes
indocumentados.
Poco interés por proteger a migrantes
En el
plano de la política nacional es evidente que, tanto en El Salvador como en
Guatemala, el tema migratorio ha ido tomando en los últimos años un lugar muy
importante en la agenda gubernamental.
Ambos
gobiernos prestan más atención a sus conciudadanos en Estados Unidos,
facilitando procesos de documentación personal y apoyando la búsqueda de
soluciones a sus justas demandas. Sin embargo, pareciera que no tienen el mismo
interés y preocupación por proteger y atender a sus conciudadanos migrantes en
situaciones de mayor vulnerabilidad y desprotección: tránsito, detención, procesos
de deportación y recepción.
Los
migrantes en tránsito viven en riesgo, lo que incluso puede costarles la vida.
Las noticias dan cuenta continuamente de migrantes accidentados, ahogados,
asfixiados, asaltados, violados y mutilados por los accidentes en la vía
férrea.
Una política respetuosa de los derechos humanos
Pareciera
entonces que el marco jurídico, institucional y de gestión gubernamental en la
región ha sido rebasado por esta realidad migratoria, requiriéndose el diseño
de una nueva política integral propia, aunque articulada regionalmente, que
ponga al ser humano y sus derechos al centro de sus preocupaciones y
propósitos. Asimismo, que procure una atención más adecuada y especializada a
favor de grupos particularmente vulnerables, como niñas, niños, adolescentes y
mujeres migrantes, quienes por su condición se enfrentan a mayores riesgos de
diverso tipo, incluida la trata de personas.
En
ese marco, cobra especial relevancia la entrada en vigor, el 1 de julio del
2003, de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de
Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares,* de la cual Guatemala
es parte. En ella se establece que los derechos de las personas migrantes, sin
importar su estatus migratorio, deben ser considerados y respetados como
garantías individuales, que no pueden estar supeditadas a las políticas de cada
país.
* El texto de la
Convención puede ser consultado en www.derechos.org/nizkor/ley/migracion.html
Migrantes en cifras
·
En el mundo, casi el 50 por ciento de los 175 millones de
migrantes son mujeres y el porcentaje es superior en algunas regiones.
·
El 50.7 por ciento de guatemaltecas(os) en Estados Unidos se
concentra en las ciudades de Los Ángeles, Nueva York y Miami. Más del 36 por
ciento de la gente en Guatemala tiene vínculos con esas personas.
·
Unos 150 millones de mujeres, hombres, niñas y niños -alrededor
del tres por ciento de la población mundial- han abandonado su suelo natal y
viven como extraños en el país donde residen.
·
La Organización Internacional del Trabajo calcula que hasta 80
millones son trabajadores migratorios: 20M en África, 17M en Norteamérica, 12M
en América Central y del Sur, 7M en Asia, 9M en el Oriente Medio (países
árabes) y 30M en Europa.
·
Más de 2,000 personas desplazadas colombianas han ingresado a
Venezuela huyendo de las consecuencias de la aplicación del Plan Colombia.
Fuente: Obando, Ana Elena. Mujeres
migrantes. WHRnet, junio del 2003
www.whrnet.org/docs/tema-mujeresmigrantes.html
[índice]
Amy North,
Marta Gutiérrez, Isabel Solís, Ana López/AEC-AVANCSO
·
La violencia que azota al
país enlutó otro hogar (elPeriódico, 17-VII-2004)
·
Terror... 28 de cada 100
guatemaltecos han sido víctimas de la delincuencia en el último año (Prensa Libre, 17-VII-2004)
·
Violencia se desborda entre
jóvenes por consumo de drogas (elPeriódico,
19-VII-2004)
No pasa un
solo día sin que los medios escritos publiquen algo sobre la violencia que está
atemorizando al país. Así nos hacen creer que estamos presenciando una de las
épocas más violentas de la historia guatemalteca, y nos infunden miedo y
terror: los mismos sentimientos que la violencia e intimidación reales provocan
en sus víctimas.
Para
comprender y explicar la violencia y su uso -tanto real como mediático- es
necesario considerar la manera en que se recurre a este miedo y terror como
forma de gobernar y de mantener el control social.
Los hechos
Recientemente
la violencia contra las mujeres, que trágicamente ha incluido una elevada
cantidad de asesinatos, ha cautivado la atención de la población y los medios
de comunicación. Sin embargo, los reportajes que más columnas llenan
generalmente se tratan de robos y asesinatos asociados con la delincuencia
común, tiroteos entre pandilleros y crímenes asociados al consumo de drogas.
Aunque
los reporteros se detienen en descripciones gráficas de las heridas de las
víctimas -o de los tatuajes de los responsables-, no suelen ir más allá para
considerar las razones por las que se da esta violencia en nuestra sociedad.
Tienden a culpar a las maras, “los delincuentes”, los jóvenes drogadictos o
“los pobres” en general. Así, en lugar de entrar a una discusión más profunda
del impacto que causas estructurales e históricas -el racismo, la exclusión, la
concentración de riqueza y poder en las manos de pocos, la represión- tienen
sobre las diferentes expresiones de violencia en el país, basan su análisis en
la creación de la imagen de una sociedad violenta y dividida entre, por un
lado, los “malos” y, por otro, las víctimas inocentes, reales y potenciales.
Mientras
tanto, pasan casi inadvertidas otras formas de violencia que son, en gran
parte, perpetradas por grupos de poder económico y político y que suelen ser
ignoradas o incluso encubiertas por el Estado:
Los
desalojos que se han dado en el campo durante los últimos meses se caracterizan
por una utilización de violencia extrema, que incluye la presencia de
cantidades exageradas de policías armados, el uso de gases lacrimógenos y la
quema de siembras y viviendas. Además de la violencia de los desalojos en sí,
la subsiguiente falta de acceso a la tierra, a viviendas y alimentos viola el
derecho a la vida y representa una forma de violencia crónica. Cuando se
mencionan, la posición de los medios frente a tales abusos ha sido la defensa
de los finqueros y su derecho a proteger la propiedad privada como bien
sagrado, y la descalificación de los campesinos ocupantes. El resultado es la
criminalización de la legítima lucha campesina por la tierra.
Por
otro lado, se ha prestado poca atención al resurgimiento de amenazas y
hostigamientos, ocurridos durante las últimas semanas, contra organizaciones de
derechos humanos, de mujeres y pobladores, así como testigos del genocidio.
Tales acciones son claras en su propósito de intimidar y generar miedo a sus
víctimas y, aunque no haya agresiones físicas, representan una forma de
violencia psicológica.
Los efectos
¿Qué
impacto tiene la representación mediática -y su decisión de enfocarse en
ciertos hechos violentos- sobre nuestra manera de entender y reaccionar frente
a la violencia en el país?
La
vinculación de la violencia capitalina con mareros y drogadictos, casi siempre
representados como hombres jóvenes, ha tenido como resultado una
estigmatización de las organizaciones de jóvenes.
Esta
forma de representar la violencia nos lleva a andar con desconfianza, susto y
miedo de ser “la próxima víctima”. Este miedo que promueven las campañas
mediáticas, en lugar de generar una opinión crítica, alienta la militarización
de la sociedad y justifica la portación de armas de fuego como forma de defensa
a la vida, como dirían un militar retirado y algún miembro del sector de poder
económico. Y si no contamos con información veraz e independiente, nos lleva a
aceptar e incluso a proponer políticas de mano dura, que ven como soluciones al
problema de la violencia un aumento del uso de la fuerza, el encarcelamiento de
jóvenes “sospechosos” y campañas de “limpieza social”.
¿Son
tales medidas las soluciones necesarias? ¿Ayudan a combatir la violencia o, por
el contrario, a crear y mantener las condiciones que la nutren?
Las
formas de violencia e intimidación ejercidas por miembros de los sectores de
poder que se manifiestan en los desalojos, y las amenazas contra sectores de
población organizada, funcionan a través del miedo y el terror y tienen como
propósitos la desarticulación social y frustrar esfuerzos para crear una
Guatemala más justa. La manipulación por los medios de comunicación de las
otras formas de violencia, en vez de traer soluciones constructivas al
problema, suele tener el mismo efecto.
Eso
no implica que se deba dejar de escribir sobre la violencia o negar su
existencia como problema. En todas sus diversas formas, la violencia es un
problema real en el país, con implicaciones trágicas para sus víctimas, y es
importante que estemos informados acerca de su alcance. Pero hace falta
remplazar el uso del escándalo como herramienta mediática con la publicación de
información y análisis maduros y profesionales sobre todas las diferentes
formas de violencia y sus causas, para poder iniciar una búsqueda de soluciones
de fondo. Así también hay que demandar que el Estado cumpla con su
responsabilidad de respetar y proteger el derecho a la vida de toda la
población guatemalteca.
No
podemos permitir que los sectores de poder
nos
gobiernen sobre la base del miedo y el terror.
[índice]
Movida departamental
Zacapa
Maternidad y
paternidad responsables
Lucrecia
Arriaza
Comadronas
y personas vinculadas al sector salud participarán en agosto en una actividad en
la que se darán pormenores sobre la Ley de Desarrollo Social, con el apoyo del
Fondo de Población de las Naciones Unidas.
El
propósito es promover los derechos reproductivos, así como la maternidad y
paternidad responsables, lo que, según la coordinadora de la Defensoría
Departamental de la Mujer, incluye el espaciamiento de los embarazos y la
prevención de los mismos en adolescentes.
Reducir
la mortalidad materna en las áreas rurales pasa por explicar cómo afecta a las
mujeres la reproducción antes de los 20 años de edad y después de los 40,
indicó la entidad organizadora.
Grupos de
mujeres de Zacapa participan en una alianza multisectorial con el propósito de
constituirse en un canal de expresión ciudadano contra la violencia que forme
opinión pública, formule propuestas y fiscalice las políticas públicas de
seguridad ciudadana.
Al
Frente Departamental contra la Violencia se incorporaron diferentes
agrupaciones, como núcleos de mujeres de Río Hondo, Estanzuela y Zacapa, además
de una comisión que aborda la problemática de violencia intrafamiliar.
Las
zacapanecas organizadas, junto a estudiantes, jóvenes, periodistas, empresarios
e integrantes de iglesias, tienen previsto sumarse a la lucha contra la
violencia a nivel nacional.
Quetzaltenango
Karla Mora
Los
servicios que proporciona a mujeres la Asociación Nuevos Horizontes también
benefician a niñas, niños, adolescentes y personas ancianas. Actualmente cuenta
con siete programas, uno de los cuales es una oficina jurídica donde ellas
pueden presentar denuncias y que brinda orientación y acompañamiento de casos.
Fundaron
esta agrupación tres personas extranjeras y tres guatemaltecas, quienes en 1989
crearon un hogar temporal para apoyar a madres solteras y abandonadas. Con el
paso del tiempo se dieron cuenta que ellas, además de la pobreza y falta de
vivienda, enfrentaban violencia doméstica.
Tras
15 años de trabajo, la asociación promueve orientación laboral y capacitación
en diferentes aspectos como mecanismos para el desarrollo intelectual de
mujeres. Otro de sus programas incluye guarderías, donde se atiende a niñas y
niños cuyas madres trabajan.
Al
festejar su aniversario, afirman: “Podemos ver los frutos de esta organización
por medio de la aceptación y reconocimiento que tiene nacional e
internacionalmente”.
En la
finca María de Lourdes, uno de sus agentes de seguridad, en complicidad con el
administrador del lugar, Byron Arturo de León, amarró de pies y manos a una
joven de 15 años y a un niño de 13. Los llevaron a un cafetal, donde ella fue
violada y él golpeado. Lo anterior fue denunciado por Plataforma Agraria.
Las
madres de las víctimas son mujeres que participaron, junto a otras familias
campesinas, en la ocupación de esa finca, ubicada en Quetzaltenango, como
medida de presión para obtener el pago de salarios y prestaciones que les
adeuda por más de siete años. La dueña de la finca, familiar del presidente
Óscar Berger, goza de total impunidad, ya que ninguna institución gubernamental
la ha obligado a cumplir con la deuda hacia quienes fueron sus trabajadores.
Después
de tres semanas de ocurrida esta agresión y haber presentado la denuncia
correspondiente, no se ha iniciado la investigación y ninguno de los
responsables ha sido detenido.
Totonicapán
Formación en liderazgo
y derechos
Gladis
Rodas
Debido a
los niveles de pobreza, dependencia económica y frecuentes casos de violencia
doméstica que viven las indígenas k'iche's en el municipio de San Cristóbal, la
Organización Desarrollo Integral impulsa proyectos productivos, créditos,
capacitaciones y formación en autoestima. En este grupo participan alrededor de
400 mujeres procedentes de 14 comunidades. Entre ellas, 21 son representantes y
sólo 50 propietarias de tierra.
En
los talleres abordan temas como liderazgo colectivo y derechos de las mujeres.
A través de estas actividades, las participantes van reconociendo sus espacios
en política, producción y salud.
Sololá
América
Raquel Chiyal
La
Asociación Nutzij logró que 15 lideresas sololatecas recibieran capacitación
gratuita durante un año en programas básicos de computación, así como en uso y
manejo de Internet y cámaras de video. Todo ello tiene gran importancia para su
formación. Capacitarse en comunicación e informática constituye una oportunidad
para desarrollar otras actividades y ganar espacios de participación, ya que
tradicionalmente las mujeres no tienen acceso a las tecnologías avanzadas.
Entre
los resultados de la capacitación suman dos videos: uno referido a las mujeres
mayas y su sostenibilidad como artesanas, y otro sobre los Acuerdos de Paz en
Sololá. El objetivo del segundo fue dar a conocer a los 22 municipios lo que
sucedió en el conflicto armado interno y los logros de la paz, ya que muchas
cosas se desconocen.
La
representante de Nutzij precisó que “algunas personas no saben leer ni
escribir; otras vivieron en tiempo de guerra pero no han visto un video de cómo
los ejércitos amenazaron y mataron a mujeres, hombres, ancianos y niños”. Por
medio del video dieron a conocer, como avances, el retiro del destacamento
militar de Sololá, la creación de la Defensoría Indígena y un Juzgado de Paz,
así como la participación de indígenas mayas en diferentes actividades.
En
el 2004, esta agrupación trabaja con 20 lideresas, jóvenes y adultas, algunas
estudiantes y otras no, originarias de Santa Lucía Utatán, San Andrés
Semetabaj, Santiago Atitlán, San Juan Argueta y Sololá.
Huehuetenango
A fin de
revisar las estrategias que organizaciones de mujeres impulsan para enfrentar
la discriminación, racismo, explotación y violencia, se realizó el I Encuentro
del Sector de Mujeres en la ciudad de Huehuetenango.
Procedentes
de 13 departamentos del país, las participantes coincidieron en señalar que por
ser mujeres, indígenas y pobres viven la exclusión en diferentes sentidos. En
una declaración hicieron un llamado a recuperar la sensibilidad y solidaridad,
trabajar a favor de la paz y la democracia y fortalecer redes de organizaciones
contra la violencia.
Tras
identificarse como mujeres diversas, resaltaron que su lucha es por
revalorizarse; es decir, reconocer el papel y aporte de ellas en lo económico,
político, cultural y social. “Somos valiosas, soñadoras, trabajadoras, y al
encontrarnos somos más fuertes; estamos unidas y nos oponemos a seguir
aguantando tanta violencia en nuestra casa, calle y trabajo”.
Entre
las organizaciones convocantes, según su declaración, están Mamá Maquín,
Asociación de Comadronas, CEIBA y Sector de Mujeres. En total registraron 168
participantes.
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