~laCuerda~ No. 56 - Guatemala, mayo del 2003

laCuerda

Una mirada feminista de la realidad

 

Año 6, No. 56

Guatemala, mayo/2003

 

 

DERECHO A SALUD INTEGRAL

 

 

Editorial

Trabajadoras todas, con o sin salario

Entrada

        Salud: ¿Hasta cuándo habrá que mendigarla? (Laura E. Asturias)

        Sumario noticioso

La médula

        Conscientes para exigir derechos (Wendy Santa Cruz)

        Cambiar un destino irrenunciable (Paula Irene del Cid Vargas)

        Espacio y tiempo para estar bien (María Dolores Marroquín)

        Remedios garífunas (Andrea Carrillo Samayoa)

        Un "blues" para mi bebé (Lucía Escobar)

        Muchachos, ¡pónganse las pilas!

Vida

        Cáncer: ¿Otra oportunidad para vivir? (Jacqui Torres)

Entrevista

        Dora Regina Ruano: Sindicalista, salubrista, feminista (Anamaría Cofiño K.)

La paseante

        Acercándose al cuerpo con dignidad (Anabella Acevedo)

        Reflexiones ante el desnudo femenino (Rosina Cazali)

        Estados de salud (Andrea Aragón)

        Jugadas del eco (Claudia Luján)

Esta boca es mía

        Ahora nos toca el cambio radical (Jill Replogle)

        Pérdidas irreparables (Fernando Soto)

        Las hijas del "rock and roll" (Fidel Celada Alejos)

        El primer secreto de la prosperidad (María del Rosario Sim)

Aquí y ahora

        Avances contra el acoso sexual

- Buscan modificar reglamento disciplinario

- Oficina de Atención a la Mujer - USAC

        Siempre por la Paz (Andrea Carrillo Samayoa)

        Violación a derechos laborales y a la alimentación

        CUC cumple 25 años

        Pronunciamiento de la Plataforma Agraria por el 1o. de Mayo

        ¡Parrandón! Celebremos la salud de las mujeres y el mes de la madre

Campo pagado

        La SEPREM en el Plan Estratégico de Educación de la Niña 2003-2007 (Secretaría Presidencial de la Mujer)

Movida indígena

        Informe de la Defensoría de la Mujer Indígena

Movida del cuerpo

        Cultura insana

 


Editorial

Trabajadoras todas, con o sin salario

 

En este mes de mayo siempre cabe un saludo especial a las personas trabajadoras, principalmente a la niñez y juventud, conglomerado que en Guatemala representa un importante porcentaje. Las estadísticas les incorporan a la Población Económicamente Activa (PEA) a partir de los siete años de edad.

Los problemas más comunes que enfrentan la niñez y juventud trabajadoras son la explotación económica, ausencia de protección laboral y seguridad social, así como falta de oportunidades para iniciar o continuar su educación. Una cifra ilustrativa la reporta el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), que hasta el 2001 sólo tenía inscritas a 159 trabajadoras menores de 15 años.

Tener presente el Primero de Mayo también significa recordar qué tipo de empleo predomina que Guatemala: actividades agrícolas, desempleo temporal, trabajo informal, malas condiciones y bajo nivel salarial. A todo lo anterior se debe agregar que las trabajadoras agrícolas siguen siendo excluidas de sus derechos laborales por considerarlas "ayudantes". Es oportuna entonces la resolución del Parlamento Europeo del 10 de abril pasado, que exige que este país "reforme el artículo 139 del Código de Trabajo de modo que la mujer sea reconocida como trabajadora con salario propio".

Las fechas conmemorativas internacionales hacen evidentes puntos de unidad entre los pueblos. Hay grupos que las reivindican para promover la globalización de la solidaridad y la esperanza. Un llamado referido al Día del Trabajo es promovido por la Red Internacional de Mujeres (con o sin salario), que proclama el derecho a ser reconocidas como trabajadoras, ya que nosotras realizamos dos tercios del trabajo del mundo y la mayor de las veces sin sueldo.

 

Seguridad en la casa y la calle

Otro tema importante es la falta de seguridad que vivimos. Este rasgo que se viene agudizando a nivel mundial, a causa del crimen organizado y los gobiernos corruptos, ha adquirido características muy dramáticas en Irak, Palestina y otros países, por culpa de los ejércitos de ocupación.

Condenamos el patrón de violencia generada por las bombas y los tanques, al igual que rechazamos ese tipo de agresión que nos convierte en presas de la delincuencia común: al ser asaltadas, objetos de violación sexual o asesinadas. Miles de organizaciones de mujeres demandamos nuestro derecho a una vida sin violencia, como otra forma de globalizar un clamor mundial.

En Guatemala, los reportes policíacos están revelando cifras que alarman. Cuando los hechos sangrientos y agresiones se vuelven cotidianos, se corre el riesgo de perder la capacidad de asombro. Tenemos que poner a prueba nuestra memoria porque la violencia no es normal.

Los asesinatos de mujeres en los primeros meses del año rebasan el medio ciento; las llamadas de auxilio a la policía suman a diario 11,000 y ocho mil se refieren a casos de violencia intrafamiliar (principalmente agresiones de hombres contra sus compañeras de vida). Nuestro reclamo de seguridad en la calle y en la casa tiene que ser más potente, acorde con la gravedad que denotan tales datos. Exigimos seguridad y armonía. No nos resignamos a vivir con miedo.

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Salud: ¿Hasta cuándo habrá que mendigarla?

Laura E. Asturias, laCuerda

 

A estas alturas, tras la firma de tantos tratados, conferencias y convenciones internacionales, continúa siendo necesario exigir a los Estados que actúen con base en los compromisos que han contraído en el ámbito de la salud.

El recordatorio es siempre pertinente, toda vez que la galopante privatización de los servicios sociales -impuesta por las instituciones financieras mundiales- está agudizando la crisis también en los sistemas nacionales de salud. La mayoría de la gente sencillamente no es capaz de costear atención médica privada ni los elevados precios de los medicamentos.

Tal situación afecta en forma desproporcionada a las mujeres, sobre todo en los países en desarrollo, pues son ellas quienes sobrellevan la mayor carga de los cuidados en la familia, en los hospitales, en las comunidades. Y es su salud reproductiva la que más se resiente ante esos embates.

La preocupación no es para menos. Vivo reflejo de la desigualdad que se cierne sobre la mayoría de mujeres es el hecho de que en América Latina y el Caribe fallece una de cada 150 por causas relacionadas con el embarazo, el parto o el aborto inseguro, en comparación con Europa (una entre 1,895) y Norteamérica (una entre 3,750).

En Guatemala, alrededor de 200 mujeres mueren por 100 mil nacidos vivos y, según la Encuesta Demográfica y de Salud de 1999 del Ministerio de Salud Pública, la tasa asciende a casi 500 en algunos lugares, como San Miguel Chicaj y San Jerónimo, ambos en Baja Verapaz.

De acuerdo a la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC), "lo injusto de esta situación es que la mortalidad materna se puede prevenir con intervenciones sencillas de implementar y de bajo costo".

Es por ello que la Red, para conmemorar este 28 de mayo el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer, enmarca este año su Campaña por el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos en el lema "Mortalidad materna: Un asunto de derechos humanos - Una demanda de justicia social".

La RSMLAC afirma que "debe existir voluntad política y compromiso de promover la equidad, la justicia social y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, en especial las más pobres, las que residen en zonas rurales y las mujeres adolescentes, negras e indígenas, quienes frecuentemente son discriminadas en su acceso a recursos y servicios y para quienes la maternidad muchas veces puede costarles la vida".

La salud sexual y reproductiva es protegida por diversos instrumentos internacionales de derechos humanos. En el caso de Guatemala, además de la Convención para Eliminar Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y otros tratados, el Estado ha ratificado el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC).

En su Observación General 14, el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales -órgano de vigilancia del PIDESC- ha subraayado específicamente que el ejercicio del derecho de las mujeres a la salud requiere que se supriman todas las barreras que obstaculizan su acceso a los servicios de salud, educación e información, en particular en la esfera de la salud sexual y reproductiva.

Es ahí donde radica el principal reto, porque es fácil suscribir tratados, convenciones y cuanta conferencia exista: basta enviar representantes gubernamentales a las cumbres y en éstas sumarse al consenso mundial, o bien impedir las negociaciones, como hasta hace algunos años era la práctica del Estado guatemalteco en lo relativo a los derechos sexuales y reproductivos.

La honestidad del gobierno, tras suscribir dichos instrumentos, cae en gruesa tela de juicio cuando se observa que las tasas de mortalidad materna e infantil, al igual que las de violencia contra las mujeres en los hogares y el ámbito público, no se reducen sustancialmente sino, por el contrario, continúan estables o van en franco aumento. Hasta la fecha, es el caso en Guatemala.

En laCuerda sostenemos que la salud no debe ser mendigada. Contraviene todo principio ético y de derechos humanos mantener de rodillas, hambrienta y enferma a la mayoría de la población, mientras las arcas públicas son vaciadas para fines electoreros y lucros personales.

Además de adherirnos a las iniciativas mundiales que llaman a los Estados a rendir cuentas, en la presente edición incluimos reflexiones orientadas a que la sociedad guatemalteca tome conciencia de que es suyo el derecho a demandar respuestas efectivas del gobierno, obligado por ley a velar por el bienestar público.

A las mujeres, en particular: "vigilar y exigir" es la consigna. No bajemos los brazos. El Estado guatemalteco tiene una cuantiosa deuda con nosotras en todos los ámbitos. Demasiados bolsillos oficiales se llenan mientras tantas mueren de hambre, sus vidas apagadas por numerosos partos sin atención, por tanto hijo no deseado, carentes de todos los servicios elementales.

Demandemos, a más no poder, transparencia en el gasto público y asignaciones presupuestarias equivalentes a la deuda del Estado hacia las mujeres. Y si hemos de conquistar los espacios que nos pertenecen, empecemos por reivindicar el derecho a disfrutar una salud plena, a ser dueñas de nuestro propio cuerpo, con todas las decisiones que ello implica y sin colonizaciones de ningún tipo.

 

Por qué mueren las mujeres del mundo

 

        Cada minuto 380 mujeres quedan embarazadas, 190 de ellas sin haberlo deseado o planificado.

        Por complicaciones del embarazo, parto o puerperio, mueren cada día 1,600 mujeres (casi 600,000 al año), el 99 por ciento en países en desarrollo.

        Las complicaciones del embarazo y el parto suelen ser la principal causa de defunción y discapacidad para mujeres de 15 a 49 años de edad. En Latinoamérica y el Caribe mueren anualmente más de 25,000 mujeres por estas causas.

        Hemorragias, infecciones, eclampsia, parto obstruido y complicaciones del aborto inseguro son las principales causas de muerte materna.

 

Fuente: Llamado a la Acción 2003. Campaña por el Ejercicio de los Derechos Sexuales y Derechos Reproductivos. Mortalidad materna: Un asunto de derechos humanos - Una demanda de justicia social. Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe -RSMLAC-)

 

Vigilar y exigir el derecho a la salud

 

"Toda persona tiene derecho al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental. Los Estados deberían adoptar todas las medidas apropiadas para asegurar, en condiciones de igualdad entre hombres y mujeres, el acceso universal a los servicios de atención médica, incluidos los relacionados con la salud reproductiva, que incluye la planificación de la familia y la salud sexual. Los programas de atención de la salud reproductiva deberían proporcionar los más amplios servicios posibles sin ningún tipo de coacción. Todas las parejas y todas las personas tienen el derecho fundamental de decidir libre y responsablemente el número y el espaciamiento de sus hijos y de disponer de la información, la educación y los medios necesarios para poder hacerlo."

Fuente: Principio 8, Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo. El Cairo, septiembre de 1994.

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Sumario noticioso

laCuerda

 

Reconocen trayectoria de deportistas

Por su esfuerzo, capacidad y vocación deportiva en tae kwon do, Heidy Juárez y Paulina Morataya fueron premiadas por la familia del fallecido deportista Rodolfo Bustamante.

 

Clínica para madres adolescentes

El Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) abrió una clínica para madres adolescentes, a quienes corresponde el 27 por ciento de los 19 mil partos que la entidad atiende anualmente. El objetivo es brindarles una atención temprana para evitar que corran riesgos.

 

Niñez talentosa

Alrededor de 70 niñas y niños sin hogar expusieron sus pinturas y fotografías en la Expocalle 2003, organizada por Médicos Sin Fronteras. Janci Asensio y Jennifer Franco fueron dos de las personas ganadoras. Se reconocieron tres categorías: pintura de calle, fotografía y pintura institucional.

 

Literata galardonada

La escritora y poetisa guatemalteca Cristina Camacho Fahsen fue galardonada por su trayectoria profesional con la Orden "Vicenta Laparra de la Cerda", conferida por la fundación del mismo nombre.

 

Deterioro ambiental y niñez

Más de cinco millones de niñas y niños mueren cada año en el mundo a causa de enfermedades directamente relacionadas con el deterioro del ambiente en que viven, estudian y juegan, según la Organización Mundial de la Salud. Defectos congénitos y dolencias crónicas durante la adolescencia son otras consecuencias.

 

Llamadas de auxilio por violencia

Por lo menos el 75 por ciento de las 11 mil llamadas de emergencia que a diario atiende la Policía Nacional Civil corresponde a pedidos de auxilio de mujeres que sufren agresiones de sus esposos. El fenómeno también se registra en la Procuraduría de Derechos Humanos, donde el 40 por ciento de las 4,000 denuncias que reciben a diario es por violencia intrafamiliar.

 

Previenen el sida

Un grupo de prostitutas inició una campaña para educar a centenares de colegas en la capital guatemalteca sobre métodos para evitar la transmisión del virus causante del sida y otras enfermedades.

 

Capturado

Kenneth Reynaldo Vanegas fue consignado a los tribunales de justicia sindicado de haber atentado contra la jueza Lesbia Jackeline España y de seis crímenes más. España salió ilesa del ataque perpetrado en enero pasado a inmediaciones de la Zona 9 en la ciudad capital.

 

Vulneran derechos de trabajadora

Una joven embarazada, trabajadora de casa particular en Jutiapa, fue maltratada físicamente por su patrona. Autoridades allanaron la vivienda donde la encontraron con golpes en el rostro y cuerpo. Se desconoce el paradero del bebé o si ella fue obligada a abortarlo. La Asociación de Mujeres Campesinas y no Campesinas exigió a las autoridades que actúen conforme la ley y castiguen a la responsable.

 

Reporte de violencia

En abril, más 43 mujeres fueron víctimas de violencia y accidentes. Con arma de fuego fueron asesinadas 11 y dos resultaron heridas. Por heridas de arma blanca falleció una y dos más quedaron lesionadas. Tres fueron violadas y asesinadas, e igual cantidad amenazadas e intimidadas. Dos sufrieron intento de linchamiento y tres más fueron asesinadas de otras formas. En accidentes fallecieron ocho. Dos fueron secuestradas y cinco están desaparecidas.

 

Se incrementa pobreza

La cantidad de personas centroamericanas que viven con menos de un dólar diario se incrementó en poco más del 11 por ciento en la última década. Según informe del Banco Mundial, se calcula que para el año 2015 la pobreza extrema será casi igual a la registrada hace 25 años.

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Conscientes para exigir derechos

Wendy Santa Cruz, laCuerda

 

La poca inversión y un sistema público de salud ineficiente, inequitativo y excluyente restan posibilidades para que las necesidades específicas de las mujeres sean satisfechas. Pese a que existen políticas públicas orientadas a beneficiar a las guatemaltecas, aún no se cuenta con mecanismos operativos y una asignación presupuestaria significativa.

Para garantizar este derecho, el Estado debería invertir alrededor de 93 dólares per capita al año, según estima la Organización Mundial de la Salud. Entre 1995 y 2003, el presupuesto promedio del Ministerio de Salud Pública ha sido sólo una sexta parte de ese estimado. El gasto en extensión de cobertura del Sistema Integral de Atención de la Salud (SIAS) se encuentra estático e involutivo: de 3.92 anual per capita en el 2000 pasó a 3.49 el año pasado.[1] No sólo depende del monto presupuestado; las prioridades y distribución del mismo juegan un papel determinante.

El sistema de salud pública tiene un enfoque biológico en la atención de las guatemaltecas: únicamente las identifica como madres y establece programas para atenderlas en función de su papel reproductivo, lo cual es importante pero insuficiente cuando hablamos de salud integral. Muestra de ello es el Plan de Recuperación Nutricional para Niñas y Niños, ejecutado en 102 municipios del país por el Programa de Seguridad Alimentaria y Nutricional. Éste reportó a 700 mil madres como beneficiarias indirectas del proyecto entre las actividades puntuales en beneficio de la población femenina, en su función de madres, por supuesto, y no como posibles sujetas directas de atención nutricional. La carencia de datos desagregados por sexo dificulta el análisis del monto real invertido específicamente en mujeres por cada programa.

Lidia Morales, integrante de la Instancia Nacional de Salud, opinó que aunque existen políticas, no necesariamente son impulsadas o decididas por el gobierno. En Centroamérica continúan siendo determinadas por organismos financieros internacionales cuyos intereses son en realidad económicos. El gobierno actual no llegó con una política de salud definida y empezó a implementar algunos elementos del anterior. "No hay políticas efectivas, se invierte poco en prevención y mucho en lo curativo; además hay una inadecuada gestión, poca transparencia, señalamientos de inoperancia y corrupción", precisó.

Los modelos de atención en salud primaria como el SIAS resultan también muy restringidos, al fundamentarse en políticas internacionales que plantean un paquete básico que no resuelve otro tipo de problemáticas.

En la medida que los servicios públicos no garantizan el acceso a la salud, la gente se ve obligada a pagar por la atención médica. Eso no significa que tengan capacidad de pago, sino que dejan de cubrir otras necesidades por la emergencia. Más de la mitad del gasto total de salud es asumido por las familias y sólo una cuarta parte es público.[2]

Lidia Morales afirmó que el desafío es reconocer la salud como un derecho y que los servicios públicos sean financiados a través de los impuestos. En la medida que la población tome conciencia, podrá exigir mejores servicios y atención pública: junto a las organizaciones sociales puede jugar un papel clave para la atención de ciertas prioridades.

Según la entrevistada, un reto para el movimiento de mujeres y feminista es integrar su discurso a plataformas más amplias: "Hay que ir incluyendo contenidos y conceptos sin perder de vista la propuesta integral e influir poco a poco desde nuestros propios espacios".

 

1.      Sistema de Contabilidad Integral (SICOIN) Central, Ministerio de Finanzas Públicas.

2.      Informe de Desarrollo Humano 2002. PNUD.

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Cambiar un destino irrenunciable

Paula Irene del Cid Vargas, laCuerda

 

No la llamamos "muerte materna" porque muchas de las fallecidas seguramente no llegaron a ejercer la maternidad.

Puede ocurrir a lo largo del embarazo, parto y puerperio. En Guatemala mueren 153 mujeres por cada 100,000 nacidos vivos. Esta cifra sube en algunos departamentos como Alta Verapaz (302) o Sololá (297). Son indígenas en el 65 por ciento de los casos y más de la mitad de las muertes ocurre en el hogar. Será obvio, pero es importante visibilizar que una muerte por embarazo siempre es prematura: ocurre en el período fértil de las mujeres, entre los nueve y 45 años de edad.

La mirada con la que se observen las causas de estas muertes determina las acciones que se deberían plantear.

Una visión biologicista nos indica que estas muertes se debieron a hemorragias (53 por ciento), infecciones (14), hipertensión (12) y aborto (10). Hoy día, los avances tecnológicos en la medicina occidental permiten prevenir, detectar y tratar adecuadamente más del 90 por ciento de los casos con este tipo de complicaciones. Es decir, la muerte por embarazo es evitable.

Con un lente distinto podemos vincular esas muertes a otros factores. Están los obvios: la deficiencia cuantitativa de servicios médicos para cubrir emergencias obstétricas, la lejanía geográfica. Esta mirada denota una incoherencia entre discurso (políticas públicas, Acuerdos de Paz) y práctica (asignación presupuestaria).

Hablemos de calidad de los servicios. Es frecuente escuchar a las mujeres quejarse del maltrato (cuántas no han comentado que médicos y enfermeras les dicen: "no grite, si antes lo gozó"), de la discriminación y prepotencia, del monolingüismo del personal. Además están las prácticas médicas que resultan en situaciones humillantes: tactos vaginales, la litotomía (posición de la mujer acostada, con las piernas elevadas en estribos); la episiotomía (corte desde la vagina hacia el recto, realizado cuando la cabeza del bebé comienza a coronar), resultado de la posición horizontal, que sería innecesaria si los médicos estuvieran dispuestos a colocarse en posiciones menos cómodas para asistir el parto. Con todo ello, no es de extrañar que la gente se lo piense antes de recurrir al hospital aun cuando tiene uno cerca.

Si usamos un macro, podemos ver los espacios íntimos y cercanos. "No eres mujer si no eres madre, tu cuerpo es mío". Ése es el mensaje oculto tras los obstáculos que ponen madres, padres, compañeros y suegras para que las mujeres no utilicen anticonceptivos que les evitarían una muerte innecesaria.

Recientemente me enteré que una niña de nueve años quedó embarazada, producto de una violación por su cuñado. El proceso no se interrumpió. Detrás de estos hechos, además de la impunidad con que actuó ese hombre, se encuentra un entorno en el cual se considera que tal situación es privada y debe resolverse al interior de la familia; en el que se concibe más sagrada la vida que viene en camino que la de quien gesta, y a la niña como alguien que por su condición de niña-mujer no posee el estatus para ser consultada en un asunto tan serio, aunque le haya marcado su vida.

No importa si las mujeres son mayores de edad. Encontraremos los mismos argumentos para que el proceso de hacerse mujer no deje de pasar por el destino irrenunciable de ser madre, aunque ello cueste la vida.

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Espacio y tiempo para estar bien

María Dolores Marroquín, guatemalteca, socióloga feminista

 

Cuánto tiempo me costó entender que la ausencia de enfermedades no significa que estemos sanas... Cuando nos preguntan ¿cómo estás?, regularmente contestamos: "Bien", aunque no sea cierto, aunque tengamos muchas penas y dolores en el alma y el espíritu, aunque estemos tristes, desganadas o furiosas.

Creemos estar bien porque no hay un catarro ni estamos mal de la panza, y nos sentimos mejor si no tenemos alguna enfermedad grave como cáncer, etc.

En realidad no nos sentimos mejor... sólo decimos que estamos bien porque no tenemos un padecimiento físico. Sin embargo, cuando nos metemos dentro de nosotras e inspeccionamos un poco, podemos darnos cuenta de los dolores internos que no nos dejan estar bien.

Casi siempre identificamos la salud con el buen funcionamiento de los órganos, pero damos poca importancia a otras áreas de nuestra vida que son fundamentales para el bienestar.

Nuestra mente y espíritu deben estar libres de nudos que no nos dan sosiego. Las mujeres -y los hombres también- tenemos una serie de trabes y/o recuerdos de experiencias desagradables que no nos dejan en paz y lo peor es que ni cuenta nos damos.

Si hemos vivido en una familia donde los conflictos se resuelven a gritos o por la imposición de opiniones de alguna persona, tenemos limitaciones para establecer relaciones de diálogo y esto genera mucha ansiedad en nuestra vida diaria. Entonces, ¿podemos decir que estamos sanas?

Si tenemos adicciones (drogas, alcohol, comida, sexo, codependencia, trabajo, etc.) para evitar enfrentarnos a situaciones dolorosas como soledad, tristeza, cólera, aburrimiento, depresión, resentimientos, frustración, etc., ¿podemos decir que estamos sanas?

Si hemos vivido en una familia donde las relaciones son muy posesivas o en la que ha habido traiciones y deslealtad, y luego no podemos establecer relaciones de pareja abiertas y saludables porque los celos y la desconfianza no nos dejan vivir en paz, ¿podemos decir que estamos sanas?

Si siempre hemos vivido relegadas a un segundo lugar: comiendo menos, cuidando a los demás, sin tiempo para hacer y ser lo que deseamos, esto nos provoca frustración por no haber conocido, viajado, salido, divertido, leído, y todo lo que quisimos y postergamos. Si no hemos tenido tiempo y oportunidad para pensarnos y ver qué nos duele y sólo nos damos cuenta de nuestras molestias frente a ciertas situaciones, ¿podemos decir que estamos sanas?

Vivir con salud no es sólo cuestión del cuerpo; también se trata de la mente y del espíritu. Esto no significa tener alguna religión por fuerza, aunque para algunas es importante. Lo espiritual podría consistir en contar con referentes, rituales, principios, creencias y espacios para estar con nosotras, para entrar hasta adentro y descubrir nuestras adicciones y mecanismos de evasión; es decir, sentirnos, disfrutarnos y llorarnos.

La salud, entonces, está muy relacionada con el placer de vivir, con la posibilidad de disfrutar las cosas pequeñas y grandes que nos pasan, la soledad y la compañía, la oscuridad y la luz, el sol y el viento, las personas, plantas y animales.

Somos tan importantes que merecemos contar con nuestro espacio y tiempos de tranquilidad y felicidad.

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Remedios garífunas

Andrea Carrillo Samayoa, laCuerda

 

Distintas son las formas con que la gente se cura los males. Hay quienes prefieren ingerir media docena de pastillas para prevenir la gripe, aliviar el dolor de cabeza causado por alguna preocupación o quitarse la goma de una borrachera. En mi casa, ante cualquier síntoma de enfermedad, mi mamá saca rápidamente hierbas de todas clases, ungüentos chinos y una que otra pastillita también de origen oriental.

El uso de medicamentos varía según creencias, tradiciones y gustos. A lo largo de la costa atlántica de Centroamérica está ubicada la población garífuna de la región. En Honduras, por ejemplo, un centro médico y de rejuvenecimiento ofrece terapias que incluyen medicina alternativa, comida vegetariana y baños de aguas termales.

En nuestro país, la cultura garífuna recurre también al uso de la medicina natural. Nancy Palacios, integrante de la Asociación de Mujeres Garífunas de Guatemala (ASOMUGAGUA), prefiere tratarse con remedios alternativos y comenta: "Cuando una está empachada, sobarse el estómago con aceite de coco batido con unas gotas de limón y una pizca de sal alivia el malestar". El coco es un elemento fundamental que utilizan para preparar casi todos los medicamentos. En su mayoría, las personas ancianas atienden a la población.

Aurelia Satuyé, de la misma asociación, menciona que las mujeres garífunas utilizan los remedios caseros antes de buscar medicamentos químicos. En Livingston, Izabal, cuando se tiene algún problema de lactancia es común buscar a una comadrona. Ella se encarga de rallar un coco y pasarlo por la espalda de la mujer, lo que es suficiente para que al día siguiente pueda amamantar, comenta la entrevistada.

Según Aurelia, para la presión alta se recomienda hacer un té con siete hojas de almendro y manzanilla, el cual hay que tomar durante todo el día. Para la tos, revolver una cebolla morada con aceite de coco y frotarlo por el pecho.

Datos del sitio "garífunas online" en Internet indican que en esta comunidad el promedio de hijas e hijos por familia es de siete y que el 53 por ciento de los hogares está conformado por madres solteras. Problemas asociados a la salud reproductiva son las razones más frecuentes por las cuales las garífunas buscan atención médica, coinciden las consultadas.

Vilma Arzú, quien coordina proyectos relacionados con mujeres en la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, explica que para dolores menstruales, infecciones e inflamaciones en la matriz y ovarios, se acostumbra tomar un té de romero, manzanilla, clavo, pimienta gorda, anís, pericón y ajo.

Confieso que en ocasiones no creo mucho en el resultado de los remedios chinos de mi mamá, pero sí me sumo a quienes recurren a la medicina natural.

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Un "blues" para mi bebé

Lucía Escobar, laCuerda

 

"No sólo necesito tu leche, también quiero digerir tu alma."

 

Tener un hijo es considerado por muchas mujeres como el máximo acontecimiento en la vida de una. "La más grande felicidad", dicen las más devotas. "La realización total", aseguran otras.

Si esto es así, ¿por qué entonces es tan común la depresión post parto? Gran paradoja que esos días se llenen de una extraña melancolía mientras descansa junto a nosotros un ángel de luz.

Las investigaciones al respecto no son claras; algunos estudios aseguran que una de cada dos mujeres sufre este trastorno, mientras otros calculan que asciende al 80 por ciento de las parturientas.

Científicamente, dicho bajón tiene una causa física: los niveles de estrógeno y progesterona caen bruscamente después del parto, provocando un terremoto sentimental muy intenso.

Si a lo físico sumamos lo que significa despertar un día con un pequeño ser que dependerá 100 por ciento de una (por lo menos durante los primeros meses), el susto no es para menos. A eso añadamos el poco control que una tiene en esos días sobre su vida; la sensación de sentirse inútil (por las heridas del parto); el agotamiento; la insensibilidad aparente del bebé; la pasividad de la nueva vida temporal; pasar de gorda embarazada a simple gorda; el miedo a no poder ser una buena madre, y además el sentimiento de culpabilidad por no poder tomar esta experiencia como lo más gratificante de todos los actos.

Algunos libros dicen que este trastorno dura de 48 horas a una semana. En realidad depende de muchos factores, como el historial psicológico de la mujer, el momento vital que atraviesa, así como la comprensión y ayuda que reciba de su pareja, familia y amistades.

Hay que recordar también que la depresión suele alimentarse a sí misma, lo que significa que debemos evitar darle cuerda y caer en el círculo vicioso de compadecernos mucho.

Por otro lado, entre más sensible sea alguien, más puede afectarle la maternidad. O por ejemplo: una mujer que tenía una vida completamente vacía antes del embarazo tal vez nunca sienta este trastorno. Por el contrario, a una muy activa, con una vida social intensa y un trabajo motivador y atractivo, puede pegarle duro por el miedo a no volver a tener el tiempo para hacer lo que le gusta.

¿Cómo superar el llamado "baby blues"? Eso depende de cada mujer. A mí el tiempo me lo curó con su forma tan rápida de transformarlo todo. Yo lamentándome mientras mis pechos alimentaban, día a día, a un chiquitín (hijo del amor) de manera milagrosa. Y cada gesto, cara y movimiento duran sólo un segundo irrepetible y único en la inmensidad de su vida por empezar. Así que ahora me dedico a verlo, aprovecharlo, quererlo, "tripiarlo" y tocarlo como si fuera un asunto de suma urgencia.

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Muchachos, ¡pónganse las pilas!

laCuerda

 

Digámoslo simple y clarito: uno de los temores más grandes en las mujeres es que nos violen. Es mentira que tengamos tal "fantasía". Habrá excepciones, como en todo (las hay también entre hombres: no todos fantasean con violar...), pero lo cierto es que la mayoría de las mujeres transcurre por la vida con la amenaza de un ultraje.

Esa amenaza tampoco es producto de una mente activa. Demasiadas son violadas cada día, muchas fuera de su casa, pero la mayoría en el seno del hogar: las más jóvenes, mediante todo tipo de abusos sexuales perpetrados por hombres de su familia (lo dicen las estadísticas); las mayores, por sus maridos, en "la seguridad de su propia cama" (lo sabemos mujeres y hombres, aunque algunas y otros opten por no hablar del asunto, ni denunciarlo).

Y, por supuesto, con esas realidades viene otro temor constante para nosotras: la probabilidad de un embarazo.

Hombres del mundo: ¿pueden ustedes imaginar (es posible, con un poco de sensibilidad) lo que para las mujeres representa vivir inmersas en esa oscura nube? ¿Lo que es no poder salir a la calle sin temor a que a una la violen o, si no eso, a manoseos abusivos, chiflidos e insultos disfrazados de "piropos"?

Más todavía, ¿tienen ustedes una vaga idea de lo que para una mujer significa pasar más o menos 35 años de su vida -sus años fértiles- preocupada por evitar un embarazo? Piensen en lo que para nosotras implica esterilizarnos: tremendo corte en el vientre que conlleva muchas semanas de recuperación (y mejor ni hablemos del jugoso ingreso que ello significa para cirujanos en los servicios privados).

En comparación, los hombres pueden dejar de engendrar haciéndose una vasectomía, que no afectará en nada su placer sexual ni su desempeño. El procedimiento, realizado en pocos minutos, está disponible a muy bajo precio en las clínicas de APROFAM: entre Q40 y Q400, dependiendo de la capacidad de pago del paciente.

¡Pónganse las pilas, compañeros! ¿A qué fin seguir dejándonos sólo a las mujeres lo que también corresponde a ustedes? Porque valga decir que tampoco es gran consuelo que, para prevenir un embarazo, nosotras debamos recurrir a conductas denigrantes. Para empezar, casi hay que caer de rodillas y rogarles a los hombres que se pongan un condón (claro, los invulnerables a toda infección pensarán además que si somos nosotras las que terminamos cargando con el bulto-bebé, ¿por qué deben ellos colocarse un hulito?).

Tantas otras se ven obligadas a mentir: sin querer más hijos, pero presionadas por la familia (propia o del marido) a seguir teniéndolos, usan anticonceptivos que se pueden ocultar, como las píldoras (no ocupan espacio y se tragan rapidito), los inyectables (te los vas a aplicar en una "salidita a la tienda") y los implantados (si tu marido no es de los que te acarician a lo largo y ancho, ni notará las capsulitas bajo la piel de tu brazo).

Podríamos ver el asunto desde una mera "perspectiva de salud" y constatar que todas esas situaciones impiden cumplir "metas y objetivos demográficos".

Preferimos abordar el tema desde los derechos humanos. Porque muchas garantías individuales están siendo violadas cuando a las mujeres se nos impide el ejercicio de nuestros más elementales derechos: a no sufrir violencia, a tomar decisiones autónomas relacionadas con la reproducción y no estar sujetas a coacción alguna: ni del marido o la familia, ni de los líderes religiosos o vecinos y, por supuesto, tampoco del Estado.

Entonces, ¿qué tal si, junto a los placeres, compartimos equitativamente también las responsabilidades que acompañan al sexo?

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Cáncer: ¿Otra oportunidad para vivir?

Jacqui Torres, guatemalteca, periodista

 

Recuerdo a mi tía Antonia como alguien inquebrantable, abnegada, oficiosa y sin el mínimo quejido en su existencia. Eso le valió que la familia la conociera como una mujer fuerte y valiente. Nunca nos enteramos que tenía cáncer hasta que era demasiado tarde. Luego de su operación, por un cáncer de mama, se nos fue más rápido que el viento. Entonces supimos que tuvo pena de contar su sufrimiento.

Es el caso de muchas mujeres, que por varias razones nunca acuden al médico, dejando avanzar una enfermedad que ataca en silencio: el cáncer. Común en la mama y la matriz, los y las estudiosas consideran que una detección temprana puede hacer la diferencia entre vida y muerte.

Éste es el caso de Marta, quien a sus 62 años no imaginó que tendría que llevar peluca por las quimioterapias que experimentó luego de ser operada por un cáncer en el ovario. "Me enteré en un examen rutinario y aunque sentí ciertas molestias anormales para mi edad, nunca imaginé que se tratara de cáncer".

Ella ingresó al quirófano para una operación de matriz y durante ésta le detectaron cáncer en un ovario. Aunque era un tumor con grado de malignidad muy alto, el estadío era uno, es decir, empezaba.

"La noticia me impactó, y aunque no soy una mujer fuerte, soy serena para recibir noticias y pensé que si había solución, debía seguir adelante". Marta accedió a iniciar quimioterapias. "Fueron tres aplicaciones y durante ellas me dijeron que debían operar, una vez más, para tener certeza. Entonces, me quitaron una trompa de Falopio y los tejidos que cubren los intestinos, ganglios e hicieron un lavado peritonial. Continué con los ciclos de quimio para erradicar cualquier célula que quedara por ahí", recuerda.

"La quimioterapia es muy fuerte y la recuperación depende del tratamiento, de cada organismo y del ánimo con que se afronte la realidad", enfatiza.

A los ocho días de su primera quimioterapia se le cayó el cabello. "Es muy impactante verte al espejo. Yo no quería asistir al trabajo sin pelo, así que me adapté a una peluca. A pesar de lo agresivo del tratamiento, en cuanto me pasaban las molestias regresaba al trabajo para no dejarme vencer", dice Marta.

"Recuerdo que me aferraba a la vida cuando veía a mi esposo enfermo -él era cuadrapléjico- y a mis hijos. Estar ocupada, con ansias de vivir, me ayudó a salir adelante. Las mujeres tenemos un organismo y espíritu especiales para afrontar adversidades. No sé por qué nos llaman el sexo débil, pero no tenemos que descuidar nuestros cuerpos".

Después de seis años, Marta vive una vida libre de cáncer, asiste a chequeos médicos constantes y apoya a personas que han sido diagnosticadas con la enfermedad, al igual que Ligia, quien también es sobreviviente del cáncer.

 

Con fuerzas para seguir

"Me dijeron que entraría al quirófano por una operación menor para extraer la masa que descubrí alrededor de mi pecho. Después de la intervención, cuando el médico entró en mi habitación y se sentó a los pies de mi cama, vi su cara y supe que había sido algo más serio", comenta Ligia.

Esto sucedió hace seis años, cuando le practicaron una operación mayor: le quitaron una mama, el tejido cercano, los ganglios de la axila y del cuello. Además, uno de los dos músculos del antebrazo.

Sin embargo, esto no fue un obstáculo para continuar. Al siguiente día, recuerda Ligia, a pesar de no reconocer lo que sentía, se levantó de la cama para darles ánimo a los otros enfermos. "Los médicos se admiraron por mi disposición de ayudar a los demás a pesar de mi operación. En ese momento me encontraba muy bien espiritualmente, lo cual me ayudó a reconfortarme y superarlo".

Luego de la operación, Ligia recibió 75 aplicaciones de radioterapia y cuenta que aunque no le provocó muchas molestias, algunas veces sí la debilitó, pero la mente positiva y la confianza en Dios la mantuvieron en pie. Comenta que no tener una mama afecta la coquetería, ya que constantemente se busca ocultar las cicatrices. Además, "tengo un esposo maravilloso que me dio la confianza de no sentirme avergonzada", dice Ligia.

Irma también pasó por la misma operación, pero en dos ocasiones. Reconoce que no tiene sus dos mamas pero lo comenta con la gente para que se ayude y se anime, y para que sepan que eso no significa que dejó de ser mujer.

Estando separada de su esposo y con tres hijas, Irma trabajaba sin parar, hasta que un día sufrió un dolor fuerte en la columna y decidió tomar vacaciones. Le detectaron cáncer de mama. "Sentí que me habían quitado la vida porque una de inmediato relaciona al cáncer con la muerte. Me hicieron la primera mastectomía y el médico dijo que estaba bien, pues me quitó más de lo previsto. Pero a los tres meses me enfermé", explica. Aunque los resultados eran negativos, ella sabía que había algo más e insistió. Al hacerle una exploración descubrieron cáncer en el otro pecho y debían quitarlo. "Les dije que hicieran lo que tuvieran que hacer; quería vivir".

"La caída del pelo fue traumatizante. Lloré y no quería ni lavármelo para evitar perderlo. No sabía qué hacer. Lo intenté con pañuelos pero se resbalaban. No soporté las molestias de la peluca, pero finalmente aprendí a utilizar turbantes de diferentes colores. Ahora, además de querer vivir más, agradezco que mi cáncer fuera de mamas porque las pude cubrir con prótesis", dice Irma.

 

Un propósito para vivir

El apoyo de la familia o amistades es básico, opina Irma, "porque hay momentos en que a pesar de la fortaleza espiritual, se desfallece. Las demostraciones de amor ayudan a levantarte el ánimo y la autoestima".

En tanto, Marta considera que "las mujeres tenemos que darnos nuestro tiempo. No es sólo el trabajo o el hogar; una tiene que darse sus gustos, relajarse, pasear, leer un libro, ir al teatro o tomar café con una amiga".

De hecho, las tres sobrevivientes reconocen que la diferencia entre luchar y dejarse morir es encontrar algo por qué vivir. También recomiendan chequeos constantes, aun sin tener síntomas, ya que una detección temprana es la diferencia entre una corta y una larga existencia.

Marta, Ligia e Irma aprendieron que no siempre el cáncer significa muerte, porque recibieron otra oportunidad de vivir. Como gratificación, ellas forman parte del grupo de voluntarias de la Red de Sobrevivientes del Cáncer que trabaja en el Instituto Nacional contra el Cáncer (INCAN), ubicado a un costado del Hospital Roosevelt, y que brinda apoyo moral, espiritual y económico a personas enfermas con cáncer, ya que las terapias grupales con quienes padecen la enfermedad son pilares para la recuperación.

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Dora Regina Ruano: Sindicalista, salubrista, feminista

Anamaría Cofiño K., laCuerda

 

Tres campos de acción confluyen en Dora Regina Ruano, una mujer que transmite energía y vitalidad con su voz y presencia. Mientras ella habla, sin tapujos ni rodeos, yo voy anotando a la carrera sus reflexiones sesudas, experiencias jocosas, los desengaños y conflictos.

Dora quedó viuda a los 17 años. La represión política acabó con la vida de su esposo y la orilló a tener que salir adelante sola, llevando en el vientre una criatura que vio la luz cuando la violencia era el pan nuestro de cada día. "A mí me fue como perro pijaceado. Llegué a mi casa de arrimada, con carga. Allí sí fue mi mamá un punto estratégico: ella me aconsejó que trabajara. Yo iba a lavar ajeno, ayudaba en mi casa como sirvienta y estudié enfermería. La muerte de mi esposo me hizo participar. ¿Cómo iba a estar en mi casa llorando? Tenía que salir a denunciar".

Actualmente, además de ser secretaria vocal del Sindicato del Hospital San Juan de Dios, está a cargo de la Comisión de la Mujer de la Unidad de Acción Sindical y Popular (UASP), organización que acoge a trabajadoras y trabajadores de diversos sectores que van desde el magisterio y salud, hasta caminos y telefonía. Es una de las pocas mujeres dirigentes dentro del sindicalismo guatemalteco. Para lograr llegar hasta allí ha tenido que dar varias batallas, no sólo con sus colegas sino por problemas de discriminación, atraso político, envidias y otras mezquindades. Con un espíritu indoblegable, mantiene una actividad tenaz a favor de la clase trabajadora y de las mujeres en particular, buscando siempre ser coherente con lo que dice y hace.

Accedió a la cita con toda la disposición y el interés del caso, ya que considera urgente denunciar las intenciones gubernamentales de privatizar los servicios de salud. Nos mostró una copia del Acuerdo Gubernativo No. 247-2002 en el que se aprueba la participación de Patronatos y Asociaciones Pro-Salud en los servicios pertenecientes al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social.

Nos informa que antes del 30 de junio deben formarse estas asociaciones que tendrán a su cargo no sólo la administración "total o parcial" de los servicios, sino el manejo de fondos, programas, etc. Con esto, dice Dora, "la prestación de servicios de salud quedaría en manos de la iniciativa privada y el pueblo tendría que pagar por ellos un alto costo, ya que el mismo acuerdo plantea que los patronatos establezcan tarifas o contribuciones a cambio de los servicios prestados", que les permitan recuperar los costos ¿de operación? Aparte del daño a la salud y la economía de la población que esto implica, advierte del peligro de darle un golpe a la organización de la clase trabajadora que, bajo estas nuevas condiciones, podría quedar anulada o dejar de existir. En el mencionado acuerdo leemos, bajo el subtítulo de Prohibiciones: "No podrán figurar en la Directiva de los Patronatos o Asociaciones Pro-Salud ningún funcionario o empleado de los servicios pertenecientes al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social ni los parientes legales de éstos".

Ante semejantes perspectivas, Dora manifiesta una enorme preocupación y la necesidad de denunciar esta política que, unida a la privatización del sistema de educación y a la pretensión de prohibir las manifestaciones públicas, le daría un jaque mate a lo que con tanto esfuerzo se ha logrado durante años de lucha. Si a esto añadimos todo el daño que pueden causar los tratados de libre comercio y la implementación de las "recomendaciones" del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), "realmente nos estarían aniquilando, matándonos de hambre".

Durante nuestra amena conversación mencionó que la crisis en el sistema está provocando la muerte de mucha gente. En un hospital de la ciudad capital mueren ocho personas diariamente; numerosas mujeres fallecen por hemorragias o infecciones. La corrupción de algunos funcionarios es la causa de falta de medicamentos básicos. Las cifras son espeluznantes: para 12 millones de habitantes que somos, hay únicamente 22,000 salubristas. En Cuba, con similar número de habitantes, hay 350,000. Los números hablan solos. Dora dice que muchas plazas están congeladas, en espera de ver a quién se le otorgan. Los salarios son bajos; la carga de trabajo y las responsabilidades, inmensas: una auxiliar de enfermería gana 1,300 quetzales al mes (163 dólares, aproximadamente.) Nos dice que la persona que hoy ocupa el cargo de ministro tiene un grado militar, además de ser médico, y que muchos gerentes financieros son del partido oficial, FRG.

Así las cosas, no es de extrañar que el Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud de Guatemala (SNTSG), con 80 filiales y 14,000 afiliados (85% mujeres) en todo el país, esté preparándose para enfrentar la avalancha privatizadora. Dora afirma que el Estado debe ser el prestador de los servicios y que las comunidades deben ser tomadas en cuenta con sus necesidades y demandas concretas. Para este Primero de Mayo, ella estará junto al pueblo trabajador exigiendo el cumplimiento de los Acuerdos de Paz y denunciando los planes neoliberales de privatización.

Antes de despedirnos pregunto: "¿sos feminista?" Y con una sonrisota brillante y segura contesta que sí, que ella considera que adueñarse de sí misma y sentirse orgullosa de ser mujer la hacen feminista. Hace tiempo perdió el miedo a hablar; dice que ya no les pone asunto a las burlas y desaires de los compañeros. "Tengo la suerte de haber crecido junto a hombres sabios; egoístas, sí, pero sabios". En este sentido, anoté otra frase que me parece ilustrativa: "Hay compañeros que comparten criterios conmigo, pero todavía no comparten el poder".

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Acercándose al cuerpo con dignidad

Anabella Acevedo, laCuerda

 

Sabemos que existe una relación entre la construcción de la realidad y el lenguaje, de ahí que una reflexión permanente sobre esta relación es imperativa. Así, cuando alguien dice que una mujer "se compuso", una entiende que acaba de dar a luz; sin embargo, casi nadie se pregunta qué fue lo que en algún momento llevó a pensar en el embarazo como un estado de anormalidad de una mujer que está "descompuesta".

Ésa no es la única expresión. También he escuchado que una mujer "está enferma". Y si el embarazo no ha sido resultado de su voluntad o es producto de una relación pasajera, muchas veces se dice que "la desgraciaron".

Sospecho que de alguna manera lo anterior se relaciona con la percepción que en algunas culturas se tiene de las mujeres que están menstruando y que son separadas del grupo durante esos días. Lo normal, en ambos casos, se coloca por alguna razón en el terreno de lo anormal, como si el cuerpo femenino solamente pudiera ser percibido como aceptable cuando no sufre ningún tipo de alteración, a menos que se trate de las que fortalecen el modelo del cuerpo femenino que se ha construido en el mundo occidental. De ahí que se acepte todo tipo de violencias contra el cuerpo: implantes, liposucciones, rutinas extremas de ejercicios, cirugías plásticas, dietas tortuosas y cosas por el estilo, palabras que a menudo preferimos no mencionar.

Lo anterior es solamente un ejemplo de algo que va más allá del cuerpo femenino. Algo parecido sucede con las afecciones o diferencias ajenas a lo que no percibimos como enfermedades físicas sino como desviaciones inaceptables. Me refiero, sobre todo, a las alteraciones emocionales, psíquicas o mentales, y a las condiciones físicas de nacimiento. No es ninguna sorpresa que a los primeros se les coloque en la categoría de "enfermos", pero no como condición temporal sino existencial, de carácter permanente. Si la conducta de alguien no corresponde a lo que reconocemos como una actitud aceptable -léase: decente, equilibrada, honorable, etc.- entonces "es un enfermo, loco, desviado, anormal", aunque si nos cae bien -y con frecuencia, si es rico- por alguna razón a menudo pasa a ser un "excéntrico". Lo mismo sucede con las personas que solíamos llamar "retrasados mentales", que muchos descartan inmediatamente como PERSONAS. Son enfermos, pobrecitos. Importa quién nombramos y cómo lo nombramos.

Esto se asocia a algo más amplio, relacionado con las actitudes que tenemos frente al cuerpo, al nuestro y al de los demás. Actitudes que permean nuestros temores y represiones y hablan de algo más profundamente existencial: preferimos vivir de las construcciones de la realidad, lo cual nos incluye a nosotros, y una construcción implica elecciones y negaciones de aquellos elementos que percibimos como indeseables o aceptables. Veamos.

Es un hecho que, en general, percibimos nuestro cuerpo como separado del resto de nuestro ser. Pocas veces un médico trata a una persona como un ser humano con cuerpo, emociones y espíritu. Así, fácilmente receta antibióticos, antidiarreicos y antidepresivos con la misma facilidad, sin tomar en cuenta los posibles efectos que las medicinas tienen en la persona como totalidad. Por otro lado, casi nunca un doctor se acerca a la enfermedad desde lo que está rodeando a esa pierna que duele o a ese estómago molesto, es decir, nuestro estado de ánimo, el uso de nuestro tiempo libre, nuestras angustias cotidianas, cosas que van más allá del exceso de trabajo -que siempre afectará- o las preocupaciones económicas -otro de los grandes monstruos de la sociedad guatemalteca-.

Y aquí recuerdo la visita a una maravillosa comadrona profesional en la Antigua Guatemala. Tras una hora de una conversación -que inicialmente no reconocí como la consulta- en que me preguntaba acerca de mí, mi trabajo, mis gustos y el uso de mi tiempo, ella empezó el examen físico. A esas alturas yo ya no me sentía temerosa de los resultados y sabía que las posibles causas de mis preocupaciones eran "normales".

La sorpresa vino cuando elogió lo bien formada que estaba mi vagina y me preguntó si lo sabía. Por supuesto, jamás se me había ocurrido verme una parte tan esencial de mi cuerpo. Cuando me dio un espejo y ME OBSERVÉ, me di cuenta de la gran necesidad que una persona tiene de un trato digno de parte de sus doctores.

Claro, ¿qué doctor va a tener el tiempo de conversar de esta manera con sus pacientes? Porque para muchos, tiempo es dinero. Porque la persona -nos lo acaba de recordar la investigadora mexicana Eli Bartra- tiene género, sí, pero también tiene clase social, tiene etnia. Pero ésta es harina de otro costal, ¿o no?

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Reflexiones ante el desnudo femenino

Rosina Cazali, laCuerda

 

Bien dice Lynda Nead que para cualquiera que examine la historia del arte occidental debe ser chocante el predominio de imágenes del cuerpo femenino. Más que otro tema cualquiera, el desnudo femenino connota "el arte". La imagen enmarcada de un cuerpo desnudo, colgada en la pared de una galería, constituye normalmente una abreviación del arte; es un icono de la cultura occidental, un símbolo de la civilización y el talento. Pero ¿cómo y por qué el desnudo femenino adquirió esta posición? ¿Y cómo se refiere la imagen del cuerpo femenino mostrada en la galería a otras imágenes de ese cuerpo que se producen en la cultura de masas?

Aquí apuntamos algunas reflexiones contenidas en el libro de la misma autora, "El desnudo femenino. Arte, obscenidad y sexualidad",* para introducirnos al tema y examinar la representación visual del cuerpo femenino en el arte y otros medios contemporáneos de reproducción masiva.

El desnudo femenino no sólo propone definiciones individuales del cuerpo femenino; también sugiere normas específicas para ver y para los que miran. El ideal ilustrado de la visión contemplativa de un objeto artístico funciona como refuerzo de la unidad y la integridad del sujeto que mira y establece una oposición entre la perfección del arte y la ruptura y el carácter defectuoso de lo que no es arte, o sea, la obscenidad.

El cuerpo obsceno es el cuerpo sin bordes o contención y la obscenidad es la representación que conmociona y excita al espectador en vez de aportarle tranquilidad y plenitud. La representación del cuerpo femenino puede, en consecuencia, verse como un discurso sobre el tema y está en el núcleo de la historia de la estética occidental.

Desde el gran arte, la fotografía con "glamour", las "pinups" de periódicos y diferentes formas de pornografía blanda y dura son categorías que presentan una serie de distinciones culturales que no sólo diferencian tipos de imágenes sino también clasifican a los consumidores de éstas.

Si se define al cuerpo femenino como algo que carece de contención y produce suciedad y polución a través de sus contornos vacilantes y su superficie rota, las formas clásicas de arte desempeñan una especie de regulación mágica del cuerpo femenino, que lo contiene y momentáneamente repara los orificios y rasgaduras.

Supuestamente "grasa" es exceso, materia de más. Sin embargo, es una frontera falsa, algo adicional al verdadero marco del cuerpo y que precisa ser arrancado. Las categorías "gordo" y "delgado" no son innatas ni poseen significados intrínsecos; por el contrario, han sido constituidas socialmente, al mismo tiempo que las definiciones de perfección y belleza. Las representaciones sociales y culturales son centrales a la hora de formar estas definiciones y dar significado a las configuraciones del cuerpo.

El desnudo femenino, despojado de ropa, es justamente el cuerpo en representación y un cuerpo producido por la cultura. La transformación del cuerpo sin ropa en el desnudo es, pues, el paso de lo real a lo ideal. Este proceso de transfiguración es el que hace del desnudo el tema perfecto para la obra de arte.

"Me gusta estar cerca del hueso", dijo alguna vez Jane Fonda. Pero, más que verse la anorexia como una perversión de las necesidades físicas, puede plantearse como una confusión de las percepciones psíquicas y, más exactamente, como una confusión de la forma y sus límites. Para la anoréxica siempre hay un exceso de materia depositada en la superficie, la forma del cuerpo. Su propósito es liberarse de ese excedente y revelar el yo esencial: volver a las fronteras originales.

El cuerpo femenino, como representación, es el espacio donde la mujer desempeña a la vez el papel del objeto visto y del sujeto que ve, forma y juzga su imagen, contrastándola con ideales culturales, y ejerce una enorme autorregulación.

La mujer actúa a la vez como juez y verdugo. Se mira en el espejo; su identidad está enmarcada por la abundancia de imágenes que definen la feminidad. Está enmarcada -se experimenta a sí misma como imagen o representación- por los bordes del espejo y entonces juzga los límites de su propia forma y pone en práctica cualquier autorregulación que sea necesaria.

 

* Nead, Lynda. "El desnudo femenino. Arte, obscenidad y sexualidad". Editorial Tecnos. Madrid, 1998.

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Estados de salud

Andrea Aragón, guatemalteca, fotógrafa

 

El dolor sólo tiene una ventaja: nos hace conscientes sobre la existencia del alivio. A un precio muy alto, sin duda, pero casi nunca recordamos nuestra cabeza hasta que nos duele. No digamos una muela. Pero cuando el que duele es el corazón, ¿allí qué se hace?

Imagínese morir de sida, como murió Leona. Dejar a sus tres hijos, saber que el sida lo trajo el marido, que lo consiguió durmiendo con otra, que él sigue vivo, que no se lo merece, que ella menos. Imagínese dormir en la capilla de un hospicio porque están llenos todos los cuartos, recibir los domingos la vista del marido y los niños. Imagínese no poder besarlos por miedo, por miedo a que sea la última vez.

No hay duda, el dolor nos hace conscientes.

 

(Pie de foto: Leona murió de sida en el Hospicio San José. Era madre de tres.)

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Jugadas del eco

Claudia Luján, guatemalteca, estudiante y escritora innata

 

Salió a la ventana con el pelo alborotado y el rostro consternado por el afán que se le tatuaba tan fielmente. El inicio de sus cejas apuntaba hacia arriba, mientras sus ojos proyectaban la sombra acuosa de lo que estaba a punto de pronunciar. Los labios lentamente violarían su silencio.

Elevó la pálida mano a la altura de su frente. Como protestándole quizá al propio llanto, anudó los párpados, exprimiéndose así la angustia, y soltó a gritos el nombre de su amado.

Bajó la mano, abrió los ojos, acomodó su pelo, y con la boca aún temblándole, temerosa e indecisa sonrió al escuchar una débil voz portadora de aquel nombre.

Pobre ángel, el eco le jugó una broma.

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Ahora nos toca el cambio radical

Jill Replogle, estadounidense, periodista

 

Lavaba la ropa a media noche, pensando en la guerra en Irak y qué quisiera decir sobre ella, cuando empecé a preocuparme de que tal vez sabía muy poco sobre el tema. Qué vergüenza para una periodista y además una ciudadana del país protagonista del hecho, ¿verdad? Creo que entre la repugnancia que sentí por las fotos sensacionalistas de las grandes agencias de noticias y la poca confianza en la cobertura superficial de los medios escritos de Guatemala ("gracias a Dios" no tengo televisión y mucho menos CNN), decidí subconscientemente que sería mejor no informarme.

Pensándolo mejor, quizás fue buena decisión no ser informada en vez de ser desinformada o informada a medias. Sin embargo, ahora que la guerra en Irak, según nos dicen, está por concluirse o concluida, es tiempo que la historia oficial empiece a formarse y, como escribió un profesor de mi 'alma mater', es nuestro trabajo "sembrar las semillas de historias alternativas".

No voy a repetir el trabajo que está haciendo una gran cantidad de buenas periodistas, activistas y analistas en Estados Unidos y a nivel mundial. Debido a la tecnificación de la información, está disponible (al menos para quienes tienen acceso a Internet) una enorme variedad de historias alternativas y análisis críticos sobre la invasión a Irak, sus causas y los sucesos posguerra.

Además, como la historia se repite, basta investigar un par de casos de anteriores invasiones gringas -por ejemplo, Vietnam, Nicaragua, Granada- para tener una idea del patrón, (aunque, por supuesto, también con muchas peculiaridades). Más allá, puedes leer sobre los antiguos imperios y te das cuenta que la estrategia hegemónica de los Estados Unidos no es ni nueva ni más brutal que la de sus antecesores.

En resumen, el control de los recursos lleva al hombre al poder y el hombre con poder siempre anda en búsqueda de más control sobre los recursos para obtener más poder. La sencillez de esta historia, junto con la sensación de incapacidad que tenemos muchos humanos a nivel mundial, que manifestamos y trabajamos para que la guerra no ocurriera, nos lleva al camino fácil (y por eso, tentador y peligroso) del escepticismo y el individualismo.

Viéndolo así, las perspectivas para la raza humana me parecen realmente tristes. Sin embargo, cada crisis presenta la oportunidad para una respuesta drástica o un cambio radical. A criterio de algunos analistas, la crisis para el gobierno estadounidense y sus clientes empresariales es la caída de la economía y su respuesta drástica es la guerra. Para activistas y ciudadanos mundiales que buscan una mejor existencia para todas las personas, la crisis es la guerra y sus múltiples implicaciones. La respuesta drástica se ha manifestado en los millones de personas que a nivel mundial se opusieron a ella, dando testimonio de las posibilidades de la unión transcultural y sin fronteras que podemos lograr quienes amamos la vida.

Ahora nos toca el cambio radical. Creo que es nuestra responsabilidad sentarnos a pensar y discutir cómo realmente queremos que sea nuestro mundo, algo que ya está sucediendo a gran escala en contextos como el Foro Social Mundial. A nivel personal, me parece que este cambio debe empezar con la conciencia de que los humanos no escapamos a las teorías de la ecología. Somos sólo un mundo, sólo un organismo, queramos o no. Esto implica, por dar un ejemplo, que cada niña o niño que muere en Irak o está muriendo de hambre en Guatemala nos afecta a toda la gente de alguna forma, y cada dólar que gastamos afecta a esa niña o niño.

Creo que sólo empezando a vivir más concientes de estas relaciones podemos contrarrestar el miedo, el odio y divisionismo que ya tienen sus raíces bien arraigadas en nuestra sociedad.

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Pérdidas irreparables

Fernando Soto,

guatemalteco, técnico investigador de la Pastoral de la Tierra Interdiocesana

 

Con poco más de 20 años, Ana Yax Colop se ha constituido en una mujer notable. Además de ser el soporte principal de sus padres, impulsó en su comunidad de Cantel un movimiento que ha impedido que el basurero creado por vecinos de Quetzaltenango crezca en camino a su pueblo.

Muchos la han visto formando parte de los grupos que vigilan que no lleguen de nuevo personas inescrupulosas a derramar inmundicias en la orilla de la carretera y hacia la vertiente del río Samalá, que ya trae suciedad de sobra.

Pese a lo duro que resulta para una mujer, y más una tan joven, sobresalir en un mundo machista, Ana ha impulsado y liderado, con empeño y alegría, comités que han logrado la introducción de servicios a su comunidad. Su preocupación por servir se manifestó incluso al haber postergado una beca para estudiar en Brasil, según cuentan sus amigas. Ahora estaba muy contenta por el trabajo que había logrado conseguir en Inter Vida, el cual veía como una enorme oportunidad de servicio. El único problema era tener que viajar continuamente en camioneta a Quiché.

Hoy, Ana yace en una cama de hospital del IGSS, en estado de coma, inconsciente, y probablemente no despertará. La camionetita de su institución fue arrollada por un autobús de transporte extraurbano que circulaba, como de costumbre, a gran velocidad. Ana recibió severos golpes y heridas en la cabeza, las piernas y tórax. La imprudencia del conductor significó la pérdida inmediata de la vida para algunas personas; otras padecieron dolores indecibles antes de morir en medio de un cuadro sangriento, terrible, grotesco.

Ana era ya una sobreviviente. Hace pocos años había salido viva de un terrible accidente en la carretera de Los Encuentros a Santa Cruz del Quiché. La camioneta en que viajaba no tuvo la potencia para escalar la pendiente, ni los frenos suficientes para detenerse, y volcó al fondo del barranco. Según gente conocedora, todo a causa de las modificaciones que los transportistas hacen a los vehículos para que desarrollen la mayor velocidad posible, a costa de perder compresión para el frenado con motor, de manera que los frenos de fricción se agotan pronto. Todo por la carrera frenética de competencia por el pasaje.

Nadie parece llevar un conteo de estos hechos que, más que accidentes, deberían llamarse masacres. Semana a semana, las carreteras se pintan de sangre sin que las autoridades hagan algo por detener esta barbarie. Bastaría con delimitar y reglamentar las cualidades técnicas que debería tener cada camioneta para garantizar que no exceda cierto rango de velocidad y tenga suficiente capacidad de frenado. Bastaría con retirarle la licencia a cualquier conductor involucrado en una falta, por pequeña que fuera, para que los demás no se atrevieran a hacerlo. Bastaría con quitar las concesiones de transporte a propietarios cuyos vehículos se vieran involucrados en uno o dos percances. ¡Bastaría con que la policía velara por el cumplimiento de las normas de tránsito en las carreteras! Pero, en la actualidad, usted puede rebasar en curva y a exceso de velocidad a una patrulla, y los lindos ni se inmutan.

En esa ruleta rusa que es el transporte popular viajan infinidad de niñas, niños y mujeres. Infinidad de mujeres jóvenes, campesinas, indígenas, a las que veo a diario llenar las escuelas y universidades de mi ciudad, buscando superarse, queriendo iluminar el futuro, como ya empezaba a hacerlo Ana Yax. Por ella y por ellas, hagamos algo para acabar con la pesadilla que son los camioneteros y las autoridades que los encubren.

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Las hijas del "rock and roll"

Fidel Celada Alejos, guatemalteco, periodista y promotor cultural

 

(Y no me refiero a PJ Harvey ni a Björk ni a Yoko Ono ni a

Joni Mitchell ni a Patti Smith ni a Suzanne Vega ni a Janis Joplin

ni a Rickie Lee Jones ni a Tori Amos ni a Marianne Faithful...)

 

Pienso en las hijas del "rock and roll", de las que habla un manifiesto anarco-feminista que encontré en la Internet: "Las que hicieron lo que ni sus madres, ni sus abuelas, ni sus tatarabuelas se atrevieron a imaginar: Dijeron no a su madre, aquella del qué dirán, reina del ten cuidado, soberana de la resignación, hada de la negación, guardiana de la castración; la que enseñaba a obedecer y que temía reconocer que el mundo es ancho y redondo".

Sé que los giros del mundo no son uniformes y que las mujeres no todas se rebelan, ni de la misma manera ni en la misma generación. Soy hijo de una rebelde y me disgusta ver a mujeres más jóvenes que mi madre conducirse en la vida como arpías amargadas, arrastrando el atraso de una sociedad que se rehúsa a cambiar. Pero entiendo que los organismos vivientes mutamos lento y que no todos fluyen por el torrente de la evolución.

Por eso me reconforta tener amigas -las suficientes para ser optimista y pensar que serán más- de mi edad, hijas o nietas del "rock and roll", libres, alejadas de la mojigatería de los que viven regidos por la mentalidad del macho obseso y la hembra abnegada.

Pero la rebeldía de la que hablo no tiene por qué ser extrema. No pienso en el "rock and roll" como un instrumento enajenador, ni imagino a sus hijas despotricando porque los hombres son muy malos.

Los hombres y las mujeres somos distintos (obviamente) y de nuestras diferencias habrán surgido patrones de comportamiento que podrán parecer políticamente incorrectos, pero que tienen su encanto. La obsesión de los machos seduce a muchas mujeres; la debilidad y la ceguera las divierte, las enternece o las neutraliza (o así me han confiado mis selectas amigas). Los hombres (los hijos de las hijas, etc., al menos) no sólo buscamos una pareja de apareamiento, como a veces se cree. También buscamos empatía, felicidad.

Esto me ha hecho preguntarme cómo son golpeadas por el amor estas mujeres que han roto con las ataduras de la sociedad tradicional. ¿Qué pasa cuando se enamoran?

Todos los que han estado hundidos en un amor correspondido saben que en el complicado epicentro de la relación no hay machista ni feminista que valga, porque todo queda a merced de esa verdad que radica en la diferencia predeterminada por la naturaleza y deformada (para bien o para mal) por la naturaleza humana.

Contesto a mi pregunta: ellas se entregan en el amor. No hacen caso a los avisos de precaución y pasan de la histeria a la neurosis y luego a la calma, todo en segundos, vertiginosamente. Y cada una es distinta, pero todas son hijas del "rock and roll".

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El primer secreto de la prosperidad

María del Rosario Sim, guatemalteca, doctora en Psicología

 

La mayoría de las personas está experimentando una crisis de ansiedad debido a escasez y pobreza. La generalidad de hombres y mujeres en el país tiene una actitud negativa hacia la vida; no se dan cuenta que Guatemala es rica y el universo destila abundancia. Basta poner semillas de tomate en el jardín o simplemente tirarlas sobre la tierra y ver cómo prosperan.

¿Qué es la prosperidad? Es una especie de libertad para ser, hacer y tener lo que se desea. Es una experiencia que principia en el interior de la persona, y aunque está relacionada con el dinero, no es solamente causada por éste: ninguna cantidad de dinero puede garantizar la experiencia de prosperidad. El secreto está en la actitud y cambio de programa. Nuestra mente es como una computadora con grandes potencialidades; la única diferencia entre una computadora y otra es el programa que se usa.

Alguien dice: "Siembra un pensamiento y cosecharás una acción; siembra una acción y cosecharás un hábito: siembra un hábito y cosecharás un destino eterno". La actitud es el primer secreto de la prosperidad, y así como cada cual decide los programas que va a usar en su computadora, cada quien decide cuáles seguirá usando en su mente. Si todas las personas nos propusiéramos cambiar nuestros programas de escasez y pobreza heredados, todo sería diferente.

Para dar lugar a las transformaciones que tanto necesitamos en Guatemala, es preciso cambiar esos programas y empezar a generar un inconsciente colectivo diferente al que nos está ocasionando dolor y sufrimiento, escasez y pobreza, resentimiento y tristeza.

Cada quien puede dejar de creer en esas viejas ideas y empezar a afirmar el nuevo pensamiento de grandeza y prosperidad, de merecimiento y amor, luego actuar de esa manera, como personas abundantes, dignas y merecedoras de todo.

Muchas personas consumen su vida entera buscando la felicidad sin encontrarla nunca. Simplemente no miramos en el lugar adecuado. Nunca veremos una puesta de sol si estamos mirando hacia el este, ni encontraremos felicidad si buscamos entre las cosas y personas que nos rodean. No podremos encontrar la prosperidad aun cuando nos den un aumento de sueldo, porque ésta es algo interior que viene del amor hacia uno mismo, de empezar a darnos cuenta de lo que realmente somos. La felicidad no depende de que cambiemos cosas, sino que nos cambiemos a nosotros mismos.

Cada quien es como un barco que navega por el mar de la vida, por vientos, tempestades y desastres naturales. Las tragedias personales vienen y van, pero mientras seamos nosotras mismas quienes controlemos el timón y las velas, podremos ir a donde nos plazca, independientemente de las tormentas y los tiempos. De hecho, éstos pueden enriquecer la aventura de la vida; todo depende de nuestra actitud. Podemos quejarnos de un día lluvioso, o bien dar gracias al universo porque las plantas están siendo regadas.

La prosperidad y la felicidad no se encuentran: se crean. Necesitamos aprender a crear. Incluso si creemos en una fuerza superior, aprender a co-crear con ese ser superior o el universo es un desafío. Tenemos la capacidad para crear o co-crear nuestra prosperidad. ¡Que así sea!

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Avances contra el acoso sexual

laCuerda

 

Buscan modificar reglamento disciplinario

El acoso sexual quedó tipificado como falta grave y muy grave en la propuesta de reglamento disciplinario de la Policía Nacional Civil, entregada recientemente al ministro de Gobernación por la Instancia de Monitoreo y Apoyo a la Seguridad Pública.

Verónica Godoy, vocera de la Instancia, opinó que ya no se puede estar a la espera de que las fuerzas de seguridad respeten y valoren a las ciudadanas. "Se debe dignificar a las mujeres allí adentro, ya que la estructura organizacional de la institución permite que se dé frecuentemente el abuso de autoridad", precisó.

La iniciativa propone, para los acosadores, sanciones que van desde la suspensión temporal sin goce de salario hasta la destitución por reincidencia. Este aspecto generó resistencia por parte de los comisarios.

Otras cuestiones novedosas e importantes se refieren a procedimientos más cortos que buscan la celeridad y garantía del proceso disciplinario, la inclusión de una serie de faltas relacionadas con el respeto a las jerarquías sin abuso de autoridad y la participación de la sociedad civil en el dictamen de las faltas muy graves. La propuesta está siendo analizada en la presidencia de la República.

 

Oficina de Atención a la Mujer - USAC

La Oficina de Atención a la Mujer, inaugurada en marzo pasado en la Universidad de San Carlos, tiene como objetivo primordial encontrar solución a las denuncias de acoso sexual presentadas por estudiantes y personal de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales.

Surgió por iniciativa de estudiantes, después de conocer, a finales del año pasado, el caso de la universitaria María Rodríguez, quien denunció a un catedrático que le pidió favores sexuales a cambio de "arreglarle" sus calificaciones e incluso la amenazó de muerte.

Autoridades de la Facultad y personas amigas les brindaron un local en el primer nivel del Edificio S2, además de mobiliario y equipo de cómputo para empezar a funcionar. También recibieron una donación de materiales sobre el tema y asesoría por parte de la Convergencia Cívico Política de Mujeres.

Luz Gabriela Mazo, coordinadora general de la oficina, comentó: "Al momento sólo hemos recibido una denuncia y han comenzado las averiguaciones pertinentes pues queremos llevar el debido proceso".

La oficina está funcionando de lunes a jueves en horario de 16:00 a 18:00 horas y cuenta con personal voluntario que brinda asesoría jurídica y psicológica.

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Siempre por la Paz

Andrea Carrillo Samayoa, laCuerda

 

La muerte de civiles inocentes y la destrucción de una nación a costa de los intereses económicos y políticos del gobierno de Bush alertaron y sensibilizaron a la población del mundo. Unidas por la paz, en Guatemala también, diversas organizaciones y personas en lo individual manifestamos nuestro rechazo a la guerra, sumándonos a las caminatas mundiales realizadas en febrero, marzo y abril.

Hay quienes criticaron y juzgaron mal las actividades contra una guerra de supuesta "liberación" que en realidad fue una invasión terrorista. Expresar descontento por una guerra al otro lado del continente carece de sentido para algunos, a los que tampoco se les ve cuando hay que demandar respeto a los derechos y mejores condiciones de vida para los y las guatemaltecas.

Sí estamos contra la guerra y las políticas de los gobiernos que atentan contra la vida de mujeres y hombres, y no somos indiferentes a la situación que vive nuestro país, entonces me pregunto: ¿dónde están los criticones cuando se exige tierra, trabajo, educación y salud? Resulta que en las calles siempre somos los mismos. Los mismos que tampoco olvidamos que la guerra en Guatemala dejó temor, desolación y genocidio... y que detrás de ello estaban los intereses de Estados Unidos.

Algunos piensan que la guerra terminó, pero lo cierto es que las secuelas de ésta son la muerte, el terror y la miseria para miles de niñas y niños, mujeres y hombres inocentes. Pronunciarnos ahora es hacer saber que no apoyamos los planes bélicos de los gobiernos gringos que desde siempre nos han devastado.

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Violación a derechos laborales y a la alimentación

laCuerda

 

Los dueños de la Finca Nueva Florencia, en Quetzaltenango, han negado los derechos laborales, a la salud y alimentación a decenas de familias, afirmó Ranferí López, uno de los afectados. Campesinas y campesinos hicieron en abril un recuento de la lucha que iniciaron en 1997, luego de ser despedidos de manera arbitraria por formar un sindicato.

En el foro "Seis años después, seguimos con hambre: Impunidad laboral y Estado de Derecho", Ingrid Urízar, abogada de las personas despedidas, indicó que este caso es un ejemplo de la realidad en Guatemala, donde las mujeres reciben menor salario que los hombres (ello disminuye su autoestima), los campesinos desconocen a sus empleadores (impide saber a quién reclamar sus derechos) y no se cumplen las resoluciones legales de reinstalación y pago de salarios caídos (faltan mecanismos para obligar su cumplimiento).

En el caso de la finca Nueva Florencia, el Ministerio de Trabajo no respetó la titularidad laboral y centró su acción en la conciliación, sin importar que las personas trabajadoras perdieran sus derechos, indicó Ingrid Urízar, tras señalar que a las mujeres despedidas se les violaron sus derechos individuales (trabajo, salud, vivienda) y colectivos (acceso al agua, molino de nixtamal y vacunación de sus hijas e hijos).

Para verificar seis casos -entre ellos el de las familias despedidas de la finca Nueva Florencia- en los que el Estado guatemalteco ha violado el derecho a la alimentación, el mes pasado visitó este país una misión internacional encabezada por FIAN (Alimentación Primero, Red de Información y Acción), organización no gubernamental con estatus consultivo ante Naciones Unidas.

En un informe preliminar, Anja Wiese, de FIAN-Alemania, anotó que en Guatemala "la problemática de los campesinos no sólo no disminuye; por el contrario, aumenta a causa de malas actuaciones y la falta de coordinación interinstitucional". Resaltó además que los derechos fundamentales de las campesinas e indígenas siguen sin vigencia.

La investigadora de FIAN lamentó que ninguno de los seis casos verificados haya sido resuelto, pese a que en el 2001 las instituciones estatales se comprometieron a solucionar los conflictos.

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CUC cumple 25 años

laCuerda

 

Bajo el lema "El futuro es nuestro... el presente es de lucha", el Comité de Unidad Campesina (CUC) realizó en abril una actividad de conmemoración en la cual presentó un video que da cuenta de su historia iniciada en 1978. El video-documental fue realizado por la Asociación Comunicarte.

Rosario Pu, lideresa del CUC, hizo un recorrido por los 25 años de la organización integrada por indígenas y ladinos pobres. Resaltó la lucha por aumento salarial realizada en febrero de 1980, cuando los hombres ganaban 1.50 quetzales y las mujeres únicamente 25 centavos. Junto con otros grupos lograron entonces que el salario diario subiera a 3.20.

En el material gráfico habla Rosa Gómez, representante del CUC en instancias de lucha por la tierra. Ella da pormenores de cómo han levantado sus demandas contra la pobreza y la militarización, critica la falta de cumplimiento de los Acuerdos de Paz, llama a recuperar la memoria histórica y aboga por los derechos a la tierra y laborales para las mujeres y la juventud.

En esta actividad, que llenó La Bodeguita, se escucharon vivas para el CUC, a la par del partido político URNG. A decir de Rosario Pu, pistoleros pagados por finqueros han asesinado a 10 campesinos en Izabal, donde su organización ha crecido enormemente, al igual que en Alta Verapaz. En ambos departamentos ha ocupado fincas y en otros las ha adquirido mediante el Fondo de Tierras. Actualmente trabaja por hacerlas productivas y demanda no pagar intereses. Defiende la reforma agraria junto con otros grupos que forman la Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (CNOC).

Múltiples voces de mujeres y hombres del CUC quedaron registradas en el video. Al finalizar la actividad, Daniel Pascual, también líder de esa agrupación, afirmó que la lucha por la tierra no es sólo de los campesinos, tras señalar que la consigna "el campo ya no aguanta más" es el grito de todos.

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Pronunciamiento de la Plataforma Agraria por el 1o. de Mayo

 

El Estado de Guatemala debe atender urgentemente la problemática laboral del campo por su importancia económica, social e histórica, dando protección preferente al sector rural. Según estudios recientes, de cada 100 personas guatemaltecas pobres, 57 laboran en la agricultura. La Plataforma Agraria considera prioritarias las siguientes acciones:

 

        El Congreso de la República debe reformar el artículo 139 del Código de Trabajo a fin de que las trabajadoras agrícolas sean reconocidas con salario propio, sujetas de prestaciones laborales que incluyen la seguridad social y vacaciones. Prerrogativas que durante décadas se les han negado y por tanto las han colocado en una mayor opresión, al igual que a miles de niñas, niños y jóvenes trabajadores en el campo.

 

        El Ministerio de Trabajo debe crear los mecanismos necesarios para que sus inspecciones jueguen un papel verdaderamente de tutelaridad, verifiquen el cumplimiento de las leyes laborales y establezcan sanciones específicas a quienes las violen. Urge, por tanto, que en las cabeceras municipales efectúen inspecciones donde la producción del café ocupa un lugar preponderante y se presentan características críticas por la constante violación al Código de Trabajo.

 

        Frente a la persistente impunidad laboral, que se traduce en la falta de cumplimiento de las resoluciones de diferentes organismos de justicia, el Congreso y el Ejecutivo tienen la obligación de impulsar la tipificación del DELITO LABORAL, con pena de prisión inconmutable, e incluir la reincidencia en el incumplimiento de las obligaciones patronales, las faltas generales y las desobediencias frente a las resoluciones judiciales.

 

        El Ejecutivo debe intervenir a fin de que en los mecanismos de resolución de conflictos se incluya la figura de compensación de tierra o creación de empresas mixtas, por los salarios retenidos, deudas por prestaciones, a fin de capitalizar a las personas trabajadoras para la generación de empleo e ingresos, principalmente a las que pertenecen al sector cafetalero hoy en crisis.

 

        El Ministerio de Trabajo debe abrir espacios en los medios masivos de comunicación para dar a conocer el incumplimiento de las obligaciones de la parte empleadora y la reincidencia en la violación de los derechos laborales.

 

Guatemala, 1 de mayo del 2003

 

Coordinadora Nacional Indígena y Campesina (CONIC), Movimiento de Trabajadores Campesinos de San Marcos (MTC), Coordinadora Marquense Madre Tierra Nan Tx' Otx', Asociación de Sololatecos Unidos por el Desarrollo Integral (ASUDI), Asociación para el Desarrollo Integral en el Quiché-Kumool (ADIQK), Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo de Colomba (CODECO), Movimiento Campesino de Génova-Flores, Comunidades de Población en Resistencia (CPR) de la Sierra, Pastoral de la Tierra Nacional, Centro de Acción Legal en Derechos Humanos (CALDH), Asociación para el Avance de las Ciencias Sociales en Guatemala (AVANCSO), Fundación Colom Argueta y Vecinos Mundiales.

 

Contactos:

CONIC: Tel. 238-4564 y 220-8571. Correo-e: conic1@c.net.gt

PTI: Tel. 767-2030. Correo-e: pdti@intelnet.net.gt

AVANCSO: Tel. 232-5651 y 4947. Correo-e: avancso@ns.concyt.gob.gt

CALDH: Tel. 230-2050. Correo-e: cedoc@caldh.org

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¡Parrandón!

Celebremos la salud de las mujeres y el mes de la madre

 

Fecha:        28 de mayo, a partir de las 18 horas

Lugar:         La Bodeguita del Centro (12 Calle 3-55 Zona 1)

Entrada:      Libre

Invitan:       Sector de Mujeres y La Bodeguita

 

 

 

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Campo

pagado

Secretaría Presidencial de la Mujer

La SEPREM en el Plan Estratégico

de Educación de la Niña 2003-2007

 

La constitución política de la República de Guatemala, establece que la educación es un servicio y un derecho que se deberá proporcionar a toda la población sin discriminación alguna. Ello garantiza el desarrollo social y económico del país. En tal sentido se hace necesario unir todas las iniciativas para que las niñas sean beneficiarias de los servicios educativos, incorporándose a la escuela.

El día 9 de abril del presente año, la Secretaria Presidencial de la Mujer (SEPREM) entregó el Plan Estratégico de Educación de la Niña 2003-2007, en nombre de la Red de Información y Coordinación de la Niña, la cual está conformada por diferentes instituciones del Estado y la sociedad civil.

El Plan es un instrumento con vigencia de cinco años, cuyo objetivo es seguir ampliando las oportunidades educativas de la población femenina que, en términos generales, han estado disminuidas. Asimismo, surge ante la necesidad de replantear nuevas líneas de acción en el campo de la educación de las niñas, dando seguimiento al plan anterior.

En los últimos años el impulso que ha tenido la educación de las niñas ha sido significativo y el Ministerio de Educación, como ente rector del proceso y en apoyo y coordinación con diferentes organizaciones no gubernamentales e instituciones que trabajan a favor de las niñas y las mujeres, pone en agenda común esta herramienta para orientar la implementación de actividades y acciones tendientes a mejorar las condiciones de las niñas. El Plan posibilita la realización de acciones específicas de educación de las niñas y el fomento de la equidad de género, que respondan a las necesidades y características socioeconómicas, culturales y lingüísticas del país, como a sus diferentes niveles geopolíticos.

Su estructura, a través de políticas, áreas estratégicas y líneas de acción, permitirá la adecuada implementación de diferentes acciones a nivel nacional, departamental, municipal y local, tanto dentro del ámbito escolar como en el proceso educativo, en el marco de los Acuerdos de Paz, la Reforma Educativa y sus actividades principales: la Transformación Curricular y la Profesionalización Docente.

La elaboración del Plan formó parte de las actividades prioritarias a ser desarrolladas por la Red de Información y Coordinación en Apoyo a la Educación de la Niña y contó con el apoyo técnico y financiero del proyecto PNUD-GUA/99/012, Apoyo al Programa de Educación de la Niña, como una colaboración de las instituciones miembros y Agencias de Cooperación al Ministerio de Educación en sus procesos de fortalecimiento e impulso de la educación de las niñas.

El esfuerzo inicial que constituyó el Plan Estratégico 1997-2002 dejó lecciones aprendidas y muchas acciones iniciadas que han fortalecido la educación de las niñas en nuestro país. No obstante, existen aún muchas niñas que siguen sin incorporarse al sistema educativo, por quienes hay que continuar uniendo esfuerzos y realizar acciones que permitan un trato equitativo e igualitario entre niñas y niños.

El Plan constituye una acción prioritaria para la Red de Información y Coordinación, la cual ha sido creada mediante el Acuerdo Ministerial No. 831 de fecha 30 de agosto del año 2001. En esta Red participan diferentes organizaciones e instituciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en el campo de la niña y la mujer, incluida la Secretaría Presidencial de la Mujer.

Para la realización del Plan se llevó a cabo una serie de actividades y reuniones que permitieron la revisión del Plan anterior y la revalidación y replanteo de nuevas líneas de acción, procurando con ello una genuina contextualización de las acciones propuestas con las políticas y estrategias educativas actuales. Dichas actividades se concentraron en tres momentos principales, en los que se puso de manifiesto gran interés de los diferentes sectores y organizaciones que conforman la Red.

En este proceso de consulta, consolidación y coordinación de acciones para favorecer la educación de las niñas, la promoción de la equidad de género, la multi e interculturalidad permiten una vez más caracterizar al Plan como un instrumento rector y de apoyo que hace posible la orientación para la implementación de acciones a favor de la educación de las niñas a diferentes niveles.

El Plan Estratégico contiene las metas globales del eje de Educación de la Política Nacional de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas y el Plan de Equidad de Oportunidades 2001-2006. Metas que buscan el aumento de inscripción, retención y promoción de las niñas, como también la participación de niñas y niños en el aula, el respeto hacia la identidad cultural y sensibilización a la comunidad educativa por la importancia de la educación de las niñas.

Las líneas estratégicas del Plan son las siguientes:

 

1.      Ampliar cobertura de la educación inicial 0-4 años y de todos los niveles.

2.      Becas, incentivos y subsidio para niñas en comunidades con mayor índice de pobreza y priorizando a comunidades desarraigadas.

3.      Programas de nutrición: Desayunos y almuerzos escolares de productos regionales o de las comunidades de la región.

4.      Ampliar la cobertura de la educación especial.

5.      Plan de sensibilización a la comunidad educativa por la importancia de la educación de la niña.

 

Se pretende que el Plan Estratégico de Educación de la Niña 2003-2007 siga siendo una herramienta de apoyo para organizaciones gubernamentales, así como para Agencias de Cooperación, en planificación, financiamiento, ejecución y evaluación de acciones educativas, sensibilizadoras, informativas y orientadas al impulso de la educación de las niñas en nuestro país. (Fuente: Plan Estratégico de Educación de la Niña 2003-2007)

 

Comunicado de Prensa de SEPREM

Criterios de Género en el Presupuesto Nacional

 

Las metas generales de la Política de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas serán tomadas en consideración en el proceso de formulación del proyecto de Presupuesto General de Ingresos y Egresos del Estado para el ejercicio fiscal 2004, según disposiciones del Presidente Alfonso Portillo.

La medida anterior está contenida en la Política Presupuestaria y Normas que establece criterios y reglas que todas las dependencias del gobierno central y entidades descentralizadas deberán observar en el diseño de sus programas y proyectos.

La Política de Promoción y Desarrollo de las Mujeres Guatemaltecas y Plan de Equidad de Oportunidades 2001-2006 es un instrumento que representa intereses consensuados de las organizaciones de mujeres guatemaltecas; constituye una directriz de gobierno y es impulsada por la Secretaría Presidencial de la Mujer, SEPREM.

Según la Dra. Lily Caravantes, Secretaria de la Mujer, la visibilización de las asignaciones presupuestarias en programas generales y específicos que beneficien a las mujeres constituye un primer paso para la incorporación de la perspectiva de género en el presupuesto nacional.

Agregó que otro avance en el mismo sentido lo constituyó el acuerdo tomado en febrero de este año por el Consejo Directivo del Sistema Nacional de Financiamiento de la Preinversión (SINAFIP), en el sentido de autorizar que en los proyectos de dicho sistema se integre el enfoque de género, con el fin de cumplir con la Política de Promoción y Desarrollo de las Mujeres.

En el citado acuerdo del SINAFIP se establece que esta disposición será prioritaria, en el marco de la Estrategia de Reducción de la Pobreza, a las mujeres indígenas y rurales.

En relación con los criterios de género y presupuesto, corresponderá al Ministerio de Finanzas, con apoyo de la SEPREM, emitir los instrumentos para la clasificación del gasto, y esta última entidad desarrollará programas específicos de sensibilización y capacitación dirigidos al personal del sector público para la aplicación de las normas emitidas en relación con la codificación del género en el presupuesto general de gastos de la nación.

 

SEPREM – Secretaría Presidencial de la Mujer

Asesora y Coordinadora de Políticas Públicas

9a. Ave. 0-19 Zona 2, Edif. Isabel La Católica, 4o. Nivel

Tel. +(502) 288-6016 y 288-6087 / Fax: 288-6407

spmujer@intelnet.net.gt

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Movida indígena

Informe de la Defensoría de la Mujer Indígena

 

Un reporte de las prácticas de discriminación étnica y de género, así como de los procedimientos excluyentes (autoritarismo, racismo, sexismo), contiene el Primer Informe de la Defensoría de la Mujer Indígena, presentado en abril del 2003.

En siete ejes temáticos presenta un recuento de la situación de las indígenas en Guatemala, así como recomendaciones para promover los derechos humanos en su condición de género y etnia. Rescata como principios: reconocer y respetar sus identidades culturales, fortalecer su cultura y responder a las necesidades e intereses específicos de las indígenas.

Este informe fue realizado por un equipo de 19 personas. Se basa en un diagnóstico de campo, que incluyó entrevistas a mujeres de 21 comunidades lingüísticas, y una investigación documental. En las sugerencias para los medios de comunicación, insta a evitar el lenguaje racista y sexista, así como contribuir a hacer visible el trabajo de las guatemaltecas sin distinción de raza, etnia, religión y edad.

En un glosario, incluido al final de la publicación, especifica varios conceptos, entre ellos dos de interés en los debates referidos a equidad de género:

Complementariedad: "Lo femenino y masculino forman la eterna unidad, por medio de las relaciones entre diferencias, para dar continuidad a la vida. Se da porque la armonía condiciona la existencia y el progreso de ambos, es decir, que no puede generarse uno sin el otro; guardan su integridad y su propia especificidad."

Dualidad y complementariedad: "El pensamiento maya es dual, no existe separación entre materia y espíritu, entre ciencia y religión, entre hombre y mujer. Son dos grandes elementos que nos marca la historia. No se trata únicamente de un papel de creadora de vida; es toda una connotación política porque es en esa etapa donde se inician las políticas económicas, las políticas sociales."

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Movida del cuerpo

Cultura insana

 

El entorno que nos rodea, el lugar que en él ocupamos y las relaciones que allí mantenemos tienen mucho que ver con nuestra salud o la falta de ella. Es importante analizar esas relaciones para entender el origen de algunos de nuestros padecimientos y lograr sanarlos.

Viviendo en un sistema que históricamente ha hecho todo lo posible por excluir a las mujeres, no es extraño que muchísimas nos sintamos mal, que millones carezcan de lo básico para vivir, que la depresión haga presa de nosotras, sea porque somos víctimas de violencia, porque nuestra situación es de miseria o por simple falta de autoestima.

El feminismo ha abierto brechas para sacar a luz pública información de índole científica que nos posibilita tomar en nuestras manos las riendas de nuestros cuerpos y buscar vías alternativas de curación. Reclamos como el derecho a la planificación familiar informada son una de tantas luchas.

En Guatemala, las mujeres vivimos en un ambiente propicio para reproducir cualquier enfermedad física o mental. Iniciamos la llegada al mundo con el rechazo de los machos que buscan tener hijos varones, crecemos con la amenaza de la violencia salvaje y maduramos en condiciones de vida que no hacen más que deteriorarnos. Si vemos cómo es el periodo de la vejez, en términos de salud, seguro sacamos cero.

Aquí compartimos algunas preguntas que juzgamos conveniente hacernos para saber hasta dónde conocemos nuestros cuerpos, nuestros derechos, nuestros deseos. No se trata de contestar el cuestionario y quedarnos paralizadas de terror; lo que queremos es provocar una reflexión colectiva que nos sea de utilidad para seguir bregando por tener la vida sana y digna que toda persona merece.

 

1.             ¿Cuántas afecciones menores padecés y con qué frecuencia?

2.             ¿Buscás atención calificada sólo cuando ya no aguantás?

3.             ¿Cuidás tu vista, dentadura y panza con el mismo esmero que les das a tus hijos?

4.             ¿Alguna vez te has visto la vagina por dentro?

5.             ¿Controlás tu ciclo reproductivo?

6.             ¿Guardás en silencio los golpes y dolores que recibís?

7.             ¿Te da por arrancarte las uñas, comer como desesperada o fumar un cigarro tras otro?

8.             ¿Sabés examinarte los pechos?

9.             ¿Dormís cómoda, tranquila y suficientemente?

10.        ¿Te duelen los huesos de las manos, de la espalda, las rodillas o todos?

11.        ¿Sabés cómo aliviarte o curarte sola?

12.        ¿A veces soñás con irte de este mundo?

13.        ¿Hay alguien que te ama como vos querés?

 

La lista podría ser interminable y no queremos agobiar a nadie. Quizá algunas ya estén asumiendo la responsabilidad de cuidar su cuerpo y su espíritu. Pero seguramente la mayoría estará haciéndose la fuerte o evitando pensar en esas dolamas que las aquejan. Mientras leemos esta página, miles de mujeres mueren en el mundo de alguna enfermedad prevenible. ¿Es éste un mundo saludable?

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